Todos tranquilos, la camarilla que acapara el poder político se ha decido, una vez más, a pensar por nosotros, por los ciudadanos. Y ¡oh, sorpresa! todos nos volvemos a echar las manos a la cabeza, eso nadie lo esperaba.

¿Sabes algo? Tu proyecto, esa idea tan maravillosa que pretendías financiar gracias a la comunidad, NUNCA valdrá más de un millón de euros. Nunca. Esa es la propuesta que recoge el anteproyecto de ley que pretende regular el crowdfunding en España, redactado por el aclamadísimo Ministerio de Economía (aplausos).

Claro que no querido emprendedor, porque a nuestros políticos se les llena la boca al hablar de ti, pero te remiten a los sistemas de financiación tradicionales si quieres seguir adelante porque ¡oh, sorpresa! son los que ellos controlan. Todo lo que rezuma innovación y prosperidad tiene un único destino: horca. Ya se sabe, “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo” (finales del siglo XVIII)

El citado borrador establece, además, que ningún inversor podrá apoyar un proyecto con más de 3.000 euros o invertir más de 6.000 euros en diferentes proyectos en un período de un año ¡toma ya! No vaya a ser, estimado inversor, que los ciudadanos vean en tu persona un verdadero compromiso con las ideas brillantes y que encima los resultados te avalen ¡acabáramos!

El anteproyecto ha pasado hoy por las manos del Consejo de Ministros, ha sido aprobada y ahora nos toca esperar a que llegue al Congreso. La aprobación definitiva no llegará hasta el verano así que no nos queda otra que convertirnos en una masa de presión, a lo lobby, para modificar tal desfachatez.

El Ejecutivo considera que las posibilidades que existen para financiar un proyecto a través de crowdfunding son tres: a través de la emisión de valores, a través de la emisión de participaciones de sociedades de responsabilidad limitada o a través de la concesión de préstamos. Los dos primeros supuestos estarían regulados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el último por el Banco de España.

En ambas instituciones deben registrarse también las plataformas, por supuesto. Allí deben dejar bien clarito quiénes son, en qué basan su actividad, qué tipo de proyectos acogen, cuál es el modelo de ingresos…lo que, creemos, será una cruenta lucha cuerpo a cuerpo de la plataforma y un ejército de documentos. Evidentemente, ambos organismos se reservan el derecho a suspender la inscripción de cualquiera que sea la plataforma si consideran que hay aspectos que puedan perjudicar el orden por ellas establecido ¡olé!

¿Qué si hemos acabado? ¡Ay qué risa! Ahora viene lo mejor: el castigo. El borrador expone que se contemplarán diferentes sanciones para los casos en los que se incumplan las obligaciones legales de inscripción, para los casos en los que se realicen actividades no reguladas y/o se ponga resistencia a la actuación inspectora de la CNMV o del Banco de España. También se consideran como infracciones los incumplimientos de las obligaciones de información y transparencia. Si a la plataforma se le ocurre ser “un niño malo” la multa oscila entre 25.000 y 200.000 euros con el añadido de ser suspendido de actividad durante un lustro ¡yeah!

Vamos a permitirnos la libertad (temerarios que somos) de lanzar un par de preguntas al aire: estos señores ¿cuánto dinero creen que genera una plataforma de crowdfunding? Ah, qué no tienen pajolera idea. Y ¿con cuántas plataformas han hablado para emitir tales conclusiones? ¡con ninguna! ¡oh, más y más sorpesas!

A la atención de los señores de arriba: desde las plataformas auguramos una nueva fuga de cerebros, la de los responsables de proyectos que van a buscar mayor fortuna fuera de nuestras fronteras. Ah, no, perdón, que es porque quieren fomentar su espíritu aventurero. Pues eso.

Por último, recordar a nuestros lectores que LÁNZANOS está en posesión del borrador de la ley y, valiéndose de ella, nuestro compañero Carlos Otto va a publicar en este blog una información más detallada acerca de cómo afecta el texto a: los tipos de crowdfunding, a las inversiones, los préstamos y al proceso general de funcionamiento de las plataformas. No os lo perdáis.