Finalizado
12
Apoyos
270€
de 2000€
Comparte este proyecto
El proyecto Bubisher se creó en 2008 para apoyar el uso del idioma castellano en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf, Argelia.
En sus orígenes constaba solamente de un bibliobús que durante el primer año recorrió todas las wilayas (distintos campamentos) llegando a toda la población infantil y cumpliendo así su primer reto: la animación a la lectura de los niños de entre 5 y 12 años.
Dada la gran acogida que tuvo y el apoyo de las autoridades saharauis, que nos permitieron entrar en las escuelas para pasar a ser una actividad más, nos propusimos ser un proyecto saharaui apoyado desde España y dejar de ser un proyecto español que se desarrollaba para la población pero sin implicación de la misma. Nuestro siguiente paso fue instalarnos en la wilaya de Smara para conseguir que el alcance fuera más duradero y el trabajo más constante.
Se contrató personal saharaui para que, junto con los voluntarios españoles, sacasen adelante el proyecto con la ayuda de un equipo de personas que desde España nos encargamos de recaudar los fondos necesarios creando la Asociación de escritores por el Sáhara-Bubisher.
La financiación del proyecto ha sido siempre mediante donaciones de particulares, colegios, bibliotecas, librerías e institutos que con iniciativas solidarias recaudaron los fondos necesarios para salir adelante. Nuestros escritores Gonzalo Moure y Ricardo Gómez por su parte, contribuyeron con charlas y conferencias cuyo importe iba íntegramente a los fondos del proyecto. Después de lograr entrar y formar parte de todas las escuelas de Smara, el siguiente paso fu la construcción de edificio de la biblioteca pública de Smara, dado que la población infantil estaba ya cubierta con el bibliobús en las escuelas y las tardes en los barrios con actividades de todo tipo y diferentes clubes de lectura.
Pero quedaba la población de jóvenes y adultos, sobre todo la joven, que carece de las mínimas distracciones y actividades de ocio y formación al acabar sus estudios. Para ellos se construyó la biblioteca y se contrató a un par de personas más; dos bibliotecarios, uno de árabe y otro de castellano. En tercer lugar y no por último, comenzó su andadura otro bibliobús en Ausserd, otra wilaya, contratando a otra persona saharaui que realiza las funciones de bibliotecario, conductor y animador de las tardes. Lo que nos resta ahora es mantenernos allí, seguir pagando los sueldos a los seis compañeros saharauis, el gasoil de los dos bibliobuses, el transporte de los libros hasta los campamentos y el mantenimiento de la biblioteca.
Esta población es la única hispanófona que queda en África junto con sus compatriotas de los territorios ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental. Por ello, y por las durísimas condiciones de vida que soportan en la hamada argelina, es que creemos que este esfuerzo merece la pena.