La Asociación Cultural la Kalle se constituye como asociación civil sin ánimo de lucro en 1986, para intervenir sobre las situaciones de exclusión de la vida social, cultural, laboral, educativa… que vivían, y siguen viviendo, muchos hombres y mujeres jóvenes de los distritos de Puente y Villa de Vallecas.
Según datos publicados por el Área de Gobierno y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid, a fecha de mayo de 2012 el número de parados del Municipio de Madrid es de 241.263 siendo el distrito de Puente de Vallecas el que mayor número de parados presenta 25.857 de los cuales 12.118 son mujeres y 13.739 son hombres, distrito que posee la mayor tasa de desempleo de toda la ciudad de Madrid.
Los datos más recientes sobre personas Renta Mínima de Inserción se corresponden al 2010, y estos desvelan que es Puente de Vallecas es el distrito que encabeza el número de personas que perciben dicha renta con 1601, seguido de Carabanchel con 945 y Villa de Vallecas con 559, manteniéndose estas posiciones desde años anteriores.
Es el distrito donde más población joven hay, En concreto, 11.666 para la franja entre 15 y 19 años y 13.797 para la franja de 20 a 24 años. También es el 2º distrito que cuenta con mayor población extranjera entre 15 y 19 años, con un total de 2.283 , lo que representa el 19,5% de la población total en esta franja de edad de todo el distrito.
El distrito de Puente de Vallecas se posiciona en el tercer lugar de casos de memores atendidos desde los Equipos trabajo con Menores y Familia con un total de 1.394 casos , después de los distritos de Latina y Carabanchel. Así como encabeza la posición en la demanda de atenciones de Centros de Atención a la Infancia con un total de 330 nuevas demandas.
Los distritos de Puente y Villa de Vallecas, y también otros de la zona sur de Madrid, se vieron gravemente afectados por el problema de drogodependencias en los años 80: familias desestructuradas e inseguridad ciudadana fueron algunas de las consecuencias a las que tuvo que hacer frente el barrio en los años 90, además de una fuerte estigmatización.
En 1991 la fundamentación de nuestro proyecto "Taller de capacitación prelaboral para jóvenes en proceso de reinserción de drogodependencias" reflejaba la siguiente situación:
"Desde nuestras experiencia de intervención con jóvenes con problemas de drogodependencias, constatamos la necesidad, al igual que el Plan Municipal de lucha contra las Drogas en su Memoria 1989-1990, de desarrollar "recursos especializados (comunidades terapéuticas, unidades de desintoxicación, …) y los de reinserción (talleres preelabórales, capacitación, grupos de autoayuda …)"
Tras la Evaluación de la Estrategia 2000-2008, se afirma que "Los resultados de esa evaluación revelaron importantes avances tanto en la asistencia a las personas consumidoras de drogas, como en los programas de disminución de riesgos y reducción de daños, mientras que se detectaron insuficiencias en los programas de prevención"
La Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 recoge en su capítulo Estado de situación lo que, desde la finales de los 90, vivimos en nuestros barrios y con nuestros jóvenes: el perfil de los drogodependientes ha cambiado. Han cambiado las drogas: disminuye la heroína y aumenta el consumo de cannabis, cocaina, alcohol, éxtasis, MDMA y derivados. Y aumenta entre los más jóvenes e incluso adolescentes, vinculado al ocio y al policonsumo.
"Para muchos de estos adolescentes y jóvenes, este modo de consumo llega a considerarse prácticamente como un rito de entrada en la vida adulta y de integración en el grupo de iguales y, en general, se lleva a cabo compatibilizándolo con el mantenimiento de estilos de vida integrados, tanto en el ámbito familiar, como en el educativo e, incluso, en el laboral, en el caso de quienes ya están trabajando."
Nuestro proyecto de educación de calle comparte los objetivos de la prevención y reducción del daño:
- Aumentar las capacidades y habilidades personales de resistencia a la oferta de drogas y a los determinantes de los comportamientos problemáticos relacionados con las mismas.
- Evitar que el consumo experimental y el uso esporádico se conviertan en uso continuado y, sobre todo, reducir o limitar los daños ocasionados a la salud de las personas que consumen drogas y, en general, los efectos socio sanitarios indeseables relacionados con su uso.
En cuanto a la población diana, los adolescentes y jóvenes de nuestros barrios en situación de vulnerabilidad social, destacamos de la Estrategia Nacional de Drogas 2009-2016, el siguiente párrafo:
"En la actualidad, es posible identificar una serie de condiciones personales y sociales que incrementan la vulnerabilidad hacia el consumo de drogas; la mayoría de ellas se relacionan con otras conductas problemáticas tales como el fracaso escolar, los problemas con la justicia, los embarazos no deseados en adolescentes, las conductas de riesgo para la salud, o el comportamiento violento, porque en la raíz de todas estas conductas se pueden encontrar procesos comunes. Las conductas de riesgo y, dentro de ellas, el abuso de drogas, son procesos que suelen ir conformándose a lo largo del desarrollo del individuo, a veces desde las primeras etapas, a través de fracasos en los procesos de integración social. Los colectivos en situación de marginación social han sido y son uno de los segmentos poblacionales más castigados por las drogodependencias."
El nivel educativo de una comunidad constituye un valioso indicador de las posibilidades de desarrollo de la misma y, en particular, del acceso de sus miembros al mercado laboral. Por este motivo, adquiere gran relevancia el hecho de que el nivel de instrucción de la población de 16 o más años de los distritos de Puente y Villa de Vallecas se sitúe en niveles sensiblemente inferiores a los registrados en el conjunto del municipio de Madrid (dato extraído del estudio "Evaluación de necesidades en materia de prevención de drogodependencias en los distritos de Puente y Villa de Vallecas" realizado por la Comunidad de Madrid en 2003).
Los elevados índices de fracaso escolar y el absentismo escolar entre los jóvenes se relacionan con el predominio de empleos con escasa cualificación laboral en la estructura ocupacional del distrito.
Por todo ello, las deficiencias en cuanto a lo escolar y lo formativo tienen un fuerte impacto sobre el futuro de los/as jóvenes, cerrando a menudo (y esta es una tendencia que se agudiza) las posibilidades de asumir una vida autónoma y de tener independencia económica.
Las dificultades y desigualdades que genera el contexto socioeconómico de nuestros barrios, se encuentran acentuadas por la crisis de los elementos de integración tradicionales (empleo, educación, espacios públicos en los barrios...) y por la disminución de la tradicional participación social en la solución de los problemas de los distritos, haciendo muy difícil que personas en situación de dificultad o exclusión social puedan plantearse un proyecto futuro.
La población joven de entre 14 y 21 años que se encuentran en situación de vulnerabilidad o dificultad social de la zona de Puente de Vallecas, fundamentalmente de los barrios de Portazgo y Palomeras Bajas, presentan distintas situaciones:
Adolescentes y jóvenes que viven una situación de riesgo.
- Con problemas de adaptación escolar: absentismo, falta de hábitos, bajo rendimiento, abandono…, lo que implica que están en la calle y sin dedicar su tiempo a ninguna actividad definida o concreta.
- Alteración de la evolución normal de su desarrollo psicoevolutivo: bajo nivel de tolerancia a la frustración, inmediatismo, descontrol interno, falta de normas y bajo nivel de autoestima.
- Dificultad y falta de motivación a la hora de plantearse su futuro.
- Algunos de ellos comienzan a tener altercados con fuerzas del orden público (policía, guardas jurados).
Adolescentes y jóvenes que empiezan a consumir sustancias tóxicas de forma cotidiana
- Con dificultades graves en la continuidad de procesos formativos y en la incorporación al mercado de trabajo: falta de normas y hábitos laborales, escasa o nula cualificación.
- Abandono definitivo de la escuela, y sin motivación por otras alternativas educativas y formativas.
- No buscan empleo ni se preocupan por su formación, aprendizaje en "el buscarse la vida".
Adolescentes y jóvenes ya introducidos en dinámicas que implican conflicto social.
- Vinculan diversión a consumo de drogas.
- Sufren problemas de salud relacionados con el consumo de sustancias tóxicas y descuido personal físico o psíquico. Sus ritmos vitales y horarios están descontrolados.
- Problemas judiciales: Adolescentes con medidas en la Agencia del Menor Infractor.
Las características comunes a todos ellos son:
- Fracaso escolar o problemas de adaptación al sistema Escolar:(absentismo, bajo rendimiento, falta de hábitos de estudio, problemas de integración, abandono).
- Procesos madurativos inadecuados: bajo nivel de tolerancia a la frustración, Inmediatismo, sin expectativas de futuro, problemas relacionales, bajo nivel de autoestima, descontrol interno y dificultades en la comunicación.
- Dificultad en la resolución de problemas interpersonales.
- Dificultad para asumir normas y límites.
- Poca o nula valoración hacia la salud integral.
- Relación con grupos de iguales de alto riesgo (Pandillas, consumidores de drogas, etc).
- Conductas agresivas hostiles.
- Prejuicios hacia personas de otra raza y/o cultura.
- Transmisión de estereotipos xenófobos.
- Discriminación y desigualdad por razones de sexo.
Características sociales:
- Procesos de aprendizaje y socialización poco favorecedores para la adquisición de hábitos y habilidades sociales básicas.
- Valores marginales que conllevan una percepción de la realidad y un estilo de vida coherentes con esa percepción.
- Situaciones de conflicto generalizadas en los diferentes ámbitos en los que se desenvuelven.
- Falta de recursos alternativos que favorezcan procesos de socialización positivos.
- Inexistencia y/o dificultades en un tejido social que incida en mejorar las condiciones del entorno.
- Bajo nivel sociocultural y económico.
- Disponibilidad de drogas en el entorno.
- Nula o escasa percepción de la necesidad de una formación laboral.
- Dificultades económicas: economía familiar que depende fundamentalmente de ingresos por ayudas públicas y trabajos dentro de la economía sumergida o sin permiso de trabajo.
Características familiares:
- Nivel económico bajo o muy bajo.
- Roles masculinos y femeninos muy diferenciados.
- Disciplina basada en el uso del castigo físico.
- Escasa comunicación verbal.
- Familias que presentan esquemas de desestructuración y ambientes carenciales.
- Sobreprotección.
- Bajo nivel cultural.
- Falta de control o normas claras en el hogar, y poca implicación por parte de los chicos/as.
- Estilos de enseñanza basados en imperativos.
Las chicas dentro de un contexto carencial y/o marginal, viven además otras problemáticas condicionadas por las diferencias de género, que las convierten en personas especialmente vulnerables a la exclusión, y a las que queremos dirigir actuaciones específicas:
- Dentro del ámbito familiar son las chicas las que limpian, cocinan y atienden a hermanos menores. A esto hay que sumar que tanto el padre como la madre ejercen mayor control sobre ellas.
- Tienen un bajo nivel educativo y cultural, ellas suelen dejar la escuela para atender las necesidades del núcleo familiar. No se las estimula para que estudien. Esto se acentúa entre la población gitana.
- Falta de formación y perspectivas laborales como alternativa de vida desde la autonomía e independencia.
- Escasa participación en la vida social. Su participación se ciñe al ámbito privado. Pasan mucho tiempo en casa, fundamentalmente viendo la TV.
- Bajo nivel de autoestima y motivación personal: no valoran sus capacidades, porque nunca se les ha valorado y se suelen mover dentro de unos márgenes de formación e información limitados. Muy dispersas.
- Madres jóvenes: existe un gran número de mujeres jóvenes que quedan embarazadas y asumen el rol tradicional de madre.
- Muy supeditadas a la imagen de sí mismas, el control de su cuerpo. Muy preocupadas por estar delgadas. Los trastornos de la alimentación comienzan a aparecer en la etapa adolescente: riesgo de anorexia y bulimia.
- Se ven afectadas por una serie de desigualdades que rigen el mercado de trabajo en función del género: mayor tasa de paro, segmentación sexual del mismo, mayor grado de precarización (trabajos temporales, a tiempo parcial, mal remunerados, discriminación salarial).
- Interiorizan el estereotipo femenino: dependencia, pasividad, rechazo de las situaciones conflictivas, miedo a la competitividad…
- Ellas están más pendientes que ellos de todo lo relacionado con la afectividad y las relaciones, y dejan de lado su parte más individual.
También entre los/as jóvenes a los que va dirigido el proyecto se encuentran jóvenes extranjeros que han llegado a España hace 2 o 3 años, ellos/as comparten las características descritas anteriormente pero se encuentran en una situación aún más vulnerables debido a las características o situaciones que describimos a continuación:
- Desarraigo cultural producto del proceso migratorio.
- Desconocimiento de la etapa de la adolescencia, ellos/as y sus familias.
- Comienzan la edad adulta a una edad más temprana que los jóvenes españoles.
- Presentan urgencia por entrar en el mercado laboral.
- Situación legal que dificulta su incorporación laboral: tan solo cuentan con autorización de residencia, y ésta no les permite emplearse.
- Desconocen los recursos y alternativas formativas y laborales.
- Escasa participación en el entramado social.
De todo lo anteriormente expuesto, se deriva la necesidad de plantear acciones que incidan de manera positiva en el contexto socializador y en el desarrollo personal de l@s jóvenes de dichos barrios con mayores dificultades.
Podemos constatar que tanto desde la administración pública como desde la iniciativa social, se han puesto en marcha diferentes programas que pretenden dar respuesta a las problemáticas específicas de dichos jóvenes en riesgo y conflicto social: Programas de Garantía Social, Aulas de Compensación Educativa, Programas de Información-Prevención del consumo de drogas, Programas de Medidas Judiciales alternativas, etc. Pero también constatamos que en muchos casos dichos recursos no son suficientes, no abordan de manera integral la problemática de estos jóvenes, o bien dichos jóvenes no acceden o tienen grandes dificultades para integrarse en recursos más ´formales'.
Es por ello que nuestra intervención pretende complementar la repercusión de dichas iniciativas, incorporando educadores/as en el medio natural y vivencial en el que se desenvuelven estos/as jóvenes que:
- Detecten situaciones de adolescentes y jóvenes o grupos en riesgo o alto riesgo de marginación.
- Faciliten y apoyen todas aquellas condiciones que favorezcan un crecimiento personal y grupal: apoyando en el desarrollo de capacidades, iniciativas, intereses, deseos, motivaciones, etc. Movilizando medios, recursos y alternativas que permitan vivenciar experiencias útiles y estimulantes. Planteando esas alternativas relacionales, personales, de ocio y tiempo libre, formativas, etc. Que puedan suponer una puesta en práctica de valores, actitudes y opciones que el/la joven va descubriendo a través del proceso educativo.
- Medien entre l@s jóvenes, las instituciones y la comunidad.
- Atiendan de forma especial a aquellas personas con problemáticas que acentúan aún más su vulnerabilidad social: jóvenes consumidores de sustancias tóxicas, mujeres jóvenes pertenecientes a minorías étnicas.
En relación al consumo de sustancias y, a partir de nuestro trabajo a pie de calle, estamos detectando un cambio en el perfil de consumo y en los niveles de abusos de sustancias tóxicas. Hemos comprobado la normalización que la sociedad está otorgando a los consumos de tabaco, alcohol, cannabis y cocaína. Además de esta relajación en la actitud preventiva de la sociedad hacia los/as jóvenes, observamos y constatamos que, tal como dijera la Delegada del gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, los consumos están comenzando a edades cada vez más tempranas, existiendo además una negación por parte de los/as consumidores/as acerca de las consecuencias y del poder de adicción al que se ven expuestos/as. Todo esto debido a una mitificación del poder social que se le otorga a las drogas, "la heroína es de yonkis, los porros y la cocaína no".
Buena parte de nuestro trabajo consiste en poner de manifiesto el efecto real de las drogas sobre la vida de las personas; ofrece evasión y estatus pero también desarticula el entramado de intereses y motivaciones personales y sociales, desestructura la personalidad poniéndola al servicio de la tremenda dependencia que genera, haciendo perder la autonomía y el control sobre el proyecto de vida.
En definitiva, nuestra intervención pretende incidir en la adquisición de nuevas destrezas, habilidades y valores, ofertando espacios socializadores y figuras de referencia positivas en su propio medio, con el objeto de favorecer tanto su desarrollo personal como una plena integración social.