EXHUMACIÓN DE BERNABE SERRANO RUIZ Y OTRO VECINO DE FUENTES DE JILOCA NO IDENTIFICADO ASESINADOS EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
INTRODUCCIÓN
El 17 de julio de 1936, un día antes de lo previsto, estalló en Marruecos el golpe de estado que venían tramando mandos militares y cuyo parcial fracaso dio inicio a la Guerra Civil Española (1936-1939). Las alarmantes noticias llegaron pronto a Zaragoza, donde el Gobernador Civil Ángel Vera Coronel se negó a repartir armas entre los sindicatos siguiendo las órdenes del Gobierno. Finalmente, el Capitán General Miguel Cabanellas decretó el Estado de Guerra el día 19 de julio, sumándose de esta manera a la asonada militar.
La sublevación de la guarnición militar de Calatayud, compuesta por el 10º Regimiento de Artillería Ligera, decantó el destino de la estratégica ciudad y sus alrededores. En los días siguientes estas tropas, secundadas por las fuerzas de la Guardia Civil y por miembros de Falange Española y Acción Ciudadana, sometieron a las localidades de la actual comarca de Calatayud, como las ubicadas en el valle bajo del río Jiloca. Pronto comenzó la represión en estos pueblos incluido Fuentes de Jiloca, perteneciente al Partido Judicial de Daroca.
EL PROYECTO
En la madrugada del 1 de noviembre de 1936 Bernabé Serrano Ruiz, nacido el 10 de junio de 1887, fue sacado por la Guardia Civil de su casa sita en Fuentes de Jiloca. A la mañana siguiente se comentaba en el pueblo que, junto a otro joven del mismo pueblo, se lo habían llevado hasta la cercana localidad de Velilla de Jiloca (Partido Judicial de Calatayud), donde les había dado muerte junto al cementerio, localizado a poco más de 500 metros al SE. de la localidad. Su mujer, Gregoria Acerete Pérez, acudió a Velilla de Jiloca acompañada de su hijo Pascual Serrano Acerete de tan sólo 10 años. “Llegados al terreno lindante con el cementerio observaron el relleno de una fosa y el propietario de ese terreno les comentó que no trabajaría esa tierra a no ser por fuerza mayor
La Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como Ley de la Memoria Histórica por la que se reconoce y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura proclama en su preámbulo
Esta Ley tiene por objeto, y así lo expresa en su artículo 1º, reconocer y ampliar derechos a favor de quienes padecieron tales injusticias y agravios en aquel período de nuestra historia, promover su reparación moral y la reparación de su memoria personal y familiar.
Es en este ámbito de la reparación moral y de la recuperación de la memoria personal y familiar en el que la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO), con la colaboración de la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, haciéndose cargo de la solicitud de D. Miguel Gimeno Serrano y D. Francis Serrano, nietos de D. Bernabé Serrano Ruiz, pretenden localizar y recuperar sus restos óseos con la finalidad de darles una sepultura digna.
Sin embargo, la falta de dotación económica a esta ley tanto por parte del Estado Central como por la comunidad autónoma de Aragón, amparándose en la actual crisis económica, ha supuesto la derogación de facto de la Ley de la Memoria Histórica por parte del PP. Este hecho nos obliga de nuevo a solicitar a la sociedad civil su ayuda y apoyo para rescatar los cuerpos de estas dos personas, de entre los miles de “desaparecidos” que 79 años después siguen tiradas por los campos de España en espera de que se cumplan las resoluciones de la ONU por un estado que se dice democrático.
LA FOSA
La existencia de esta fosa común frente al cementerio de Velilla de Jiloca es bien conocida por los ancianos del lugar y además se haya recogida en el denominado Mapa de Fosas de Aragón elaborado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón entre los años 2007-2010: “Se cree que la fosa existente en Velilla de Jiloca permanecería intacta a día de hoy. Se encontraría, a decir de varias personas, delante mismo de la puerta del cementerio, en la faja de terreno incultivado que se extiende frente al muro delantero del camposanto, y a muy escasa distancia de la puerta del recinto. Contendría los restos de varios hombres forasteros cuya identidad y origen precisos se desconocen por completo y que fueron asesinados por los sublevados”.
Según todos los testimonios recabados la fosa común se ubicaría en la parcela nº 77 del Polígono 2 de Velilla de Jiloca, sita en el partida de Valderrebuen. Se trata de un terreno de 0,82 ha. situado entre el cementerio de Velilla de Jiloca y la carretera N-234, compuesto por varios campos abancalados actualmente baldíos. Sin embargo, los testimonios indican que ambos cadáveres fueron enterrados en algún punto cerca del ribazo del campo superior, en la zona situada frente a la puerta, hoy tapiada, del antiguo camposanto. Por lo tanto los trabajos arqueológicos se centrarán en ese campo con una superficie de 1800 m2
EL EQUIPO
La Dirección Arqueológica responsable de este proyecto responde del buen hacer y la profesionalidad del equipo humano constituido para desarrollar los trabajos de localización, excavación y exhumación. La mayoría de las personas que forman el equipo de trabajo (dirección técnica y voluntarios) tienen amplia experiencia en este campo de la arqueología, por haber participado con anterioridad en otras exhumaciones de fosas comunes clandestinas de la Guerra Civil Española (1936-1939).
Contamos con el mismo equipo técnico que desde el año 2013 ha trabajado en la excavación de tres fosas comunes en las Cinco Villas (Zaragoza): cementerio municipal de Sos del Rey Católico y Las Peñas de Santo Domingo en Longás, y actualmente en el cementerio de Fuencalderas.
Francisco Javier Ruiz Ruiz; dirección arqueológica, arqueólogo profesional. Licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza.
Francisco Javier Ortiz Lejarza; dirección arqueológica y antropólogo forense en campo. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Deusto. Colaborador con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para España.
José Ignacio Piedrafita Soler; dirección arqueológica, arqueólogo profesional. Licenciado en Historia por la Universidad de Zaragoza. Colaborador con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Susana Gutiérrez Anguas; dirección antropología forense. Licenciada en Historia por la Universidad de Zaragoza y Máster en Antropología Física y Forense por la Universidad de Granada.
Fernando Olivares Gambarte; asesor científico en antropología forense. Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Cuyo (Argentina). Integrante del Instituto de Medicina Forense de la provincia de Córdoba (Argentina).
Luis Avial Bell; técnico responsable de la prospección geofísica con sistema de georadar (GPR). Director técnico de la empresa de prospecciones geofísicas Falcon High Tech.
Miguel Ángel Capapé Garro; fotografía, video y operador del detector de metales. Coordinador y responsable legal de la Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (ARICO).