Vivía ilusionada en la luna explora el amor, el sentimiento de amistad y los miedos que todos hemos vivido durante la adolescencia.
Clara tiene miedo de crecer y que todo su universo ahora sencillo y en calma se desmorone. A los trece años, cuando se enamora de Diche, el chico nuevo en el pueblo que viene a entregarle una carta un viernes por la tarde, no se imagina que este sentimiento despertará a una amistad de tres.
El tercer elemento en su nuevo grupo es Josh, su compañero de clase desde que eran pequeños, ese niño con las orejas grandes que le tiraba de las trenzas. Los tres se conocen, se encuentran, y quizá sin saber muy bien cómo, un poco como es todo lo más importante en la vida, Clara, Diche y Josh se convierten en inseparables.
Pero Clara está enamorada de Diche. Y Josh ya no quiere tirarle de las trenzas a Clara, sino besarla en los labios. ¿Son tres multitud? ¿Es posible mantener las relaciones de amistad, y de pareja, cuando los sentimientos se complican, las personas cambian, y las circunstancias hacen que salga lo mejor (y lo peor) de cada uno?
Tandaia es una joven editorial con voluntad de cambio, de dar la alternativa a autores que no la encuentran en otro lugar, con nuevas y refrescantes ideas como es el crowdfunding.
De este modo eres tú, ahora que te estás planteando cómo colaborar, el que decide si la obra que te presentamos verá la luz pasando a formar parte de nuestro catálogo... porque consideramos al lector parte fundamental del proceso.
Hoy te presentamos a Marta J. Sanchís.
Licenciada en Psicología por la Universidad de Granada y actualmente estudia Filología Hispánica en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). En 2013 realizó un intercambio de nueve meses en la Universidad Kardylana Stefana Wyszynskiego (Varsovia) y posteriormente se graduó en el posgrado de interpretación de la universidad Royal Central School of Speech & Drama (Londres). Recibió una beca de residencia de escritura en Toledo (Marzo, 2016) y otra en Celano, Italia (Abril, 2017). Ha resultado finalista en el concurso de relato Málaga Crea (2017) y publicado sus relatos en antologías digitales (Revista Obituario, 2016) y en papel (Ediciones Evohé, 2017).
Recientemente, ha recibido la beca Fulbright y el próximo otoño comenzará estudios de Master of Fine Arts in Creative Writing en New York University.
Nadie mejor que la propia autora para indicarnos «por qué leer su libro»:
«La adolescencia la pasaron juntos. Y con la adolescencia los primeros besos; la primera vez»
¿Recuerdas el momento en que creciste? ¿El día concreto en que te hiciste adulto? Si te pones a pensar en ello, parece que pasó de repente. Como si un día te hubieses ido a dormir y a la mañana siguiente hubieras decidido que ya no jugarías nunca más. Escribí esta historia con diecisiete años y volqué en ella todo lo que me resultaba difícil decir cara a cara a las personas que me rodeaban en aquella época. Quería hablar de una protagonista que fuese capaz de amar con inocencia y que no tuviese miedo del qué dirán. Alguien que viviese en base a sus propias reglas y que fuese feliz en su pequeño universo.
Esta novela trata sobre la amistad. Ese tipo de amistad que en el fondo todos buscábamos en la adolescencia, y que seguimos deseando incluso cuando somos adultos: alguien que nos comprenda, que nos mire de verdad, que sea capaz de preguntarnos «¿Estás bien?» si nota que algo va mal. En otras palabras, poder escoger nuestra propia familia. La amistad de ser feliz y reírse a carcajadas, y también la de tratar de entender juntos por qué en el mundo suceden todas esas cosas inexplicables. Una amistad que no estuviera limitada a salir de fiesta y hablar sobre la rutina del día a día, sino que te hiciera crecer en esa edad en que estás buscando tu identidad, en ese momento en que te estás convirtiendo en ti mismo, cuando todo se hace más difícil. Esa era la amistad que yo quería explorar en esta novela. Aunque al final los personajes se movieron por sí solos, y el resultado no fue el que yo esperaba.
«Pero lo que Clarabelle tenía […] era mucha imaginación y un poder innato para hacer de las pequeñas cosas de la vida algo bonito y especial. Tenía niñez, inocencia y credulidad»
¿Cómo de difícil resulta decirle adiós a la infancia?
Sabemos que son tiempos difíciles, también nosotros los sufrimos, y es posible que no te encuentres en disposición de apoyarnos con tu mecenazgo en estos momentos... pero esperamos que si esto te ha llegado al alma, incluso si tal vez conoces en persona al autor, trates de difundir esta campaña (facebook, twitter, blogger, boca-oreja... ) para que alcancemos nuestra meta y Marta J. Sanchís vea publicada su obra.
Gracias por vuestro tiempo