Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Entre estas letras te esperan nueve cuentos de terror que necesitan de tus miedos. Son criaturas que permanecen aletargadas, parásitos deseosos de anidar en tu mente… Historias que palpitan y necesitan alimento, en definitiva. Y están pensando en ti.
En este libro encontrarás fantasmas, extraños seres que moran en las profundidades, duendes y demonios… También hallarás premoniciones, realidades que ondean y se desvanecen, tristeza, dolor… y, quizá, ¿locura? Quién sabe. Te invito a enfrentarte a sus ocultos arcanos para desentrañar el misterio.
No temas, los horrores aquí contenidos no van a saltar desde las páginas impresas para atraparte.
Al menos, ¡eso es lo que creo!
Arturo Panero González, Salamanca, 1980.
Licenciado en psicología, ejerce como auxiliar administrativo en el Ayuntamiento de su ciudad. Amante de la literatura Gótica y de terror, comenzó su andadura literaria en el 2022 con la publicación de ¿Dónde estáis?, una novela corta en la que un grupo de jóvenes ha de enfrentarse a las funestas consecuencias de jugar negligentemente con una tabla Ouija.
En agosto del año 2023 sale a la luz ¿Es el viento el que aúlla?, una antología de relatos en la que se exploran las temáticas clásicas del horror con un perfil Gótico, lúgubre y oscuro.
En el presente volumen, Bruma densa, el autor retoma los escenarios descritos en su primera obra. A lo largo de nueve cuentos de terror podréis regresar a esas Arribes del Duero en las que las leyendas y la realidad se entremezclan, arropadas por el silencio más espeso y la soledad más pesada.
«El terror tiene múltiples caras. Puede contener violencia, acción, vísceras y sexo, pero también tristeza, nostalgia y susurros velados. Este libro pretende continuar la tradición de la novela Gótica, dándole a esta un toque de modernidad. Los castillos y las grandes mansiones decadentes se sustituyen por un pueblo pequeño y solitario y las familias Nobles y ancestrales se convierten en generaciones arraigadas a la vida bucólica y al silencio. Se mantiene, eso sí, el misterio, el dolor y la tristeza. El amor, el valor de la amistad, y la eterna lucha entre lo sobrenatural y la locura.
Este libro no solo contiene terror… aquí dentro hay mucha nostalgia. La muerte, irremisiblemente, es parte de la vida. Y representa tan solo uno de los misterios de entre todo aquello que desconocemos. Uno de los más importantes, no me cabe ninguna duda al respecto.
Entra, teme, siente… y diviértete».
«Acabamos de saltar la tapia de la casa de Maruja. La parcela es un maldito erial abandonado salpicado de naturaleza salvaje, retorcida e incoherente. Cuando la luz de la luna baña su superficie parece un cementerio; un espantoso pudridero vetusto e inquietante que pone los pelos de punta e invita a salir corriendo como alma que lleva el diablo…
Sin embargo, a las cinco de la tarde, hora a la que la hemos atravesado dirigiéndonos hasta la entrada del viejo caserón semi derruido, tan solo es un campo repleto de matojos secos y árboles anodinos. Un pedazo de tierra inofensiva, muy parecido a cualquiera de las fincas que rodean este pequeño pueblo en el que vivimos; yo, y mi pandilla de amigos: Ricardo, Javi y Juan Tomás.
La casa en la que vivió Maruja, la supuesta bruja, se encuentra a un par de kilómetros de todo… en mitad de la nada; se yergue solitaria y desafiante a las afueras del poblado, resistiendo el paso del tiempo a duras penas y alimentando hasta la saciedad la imaginería del populacho.
Recorremos el sendero de tierra, oculto e infestado de malas hierbas. La enorme construcción nos sonríe tuerta y desdentada; con la mayoría de los postigos desperdigados por el suelo y con los cristales de las ventanas masticados y vomitados por el imparable sistema digestivo que conforman las travesuras juveniles y las inclemencias de la naturaleza…
—Ey, ¿de verdad queréis volver a entrar ahí?
Pregunta Javi… Javito. No le gustan un pelo este tipo de aventuras. Todo ese rollo de los fantasmas, las brujas y el diablo no acaba de ir con él; hace que el alma se le acurruque temerosa en la cama, tapándose los ojos con las sábanas para no ver qué es lo que se le acerca desde el más allá.
—Qué pasa, ¿tienes miedo de que Maruja te atrape?
Le espeta Juanto, desafiante, colándose por una de las ventanas de la planta inferior de la casa. Javito se queda como paralizado, mirando la oquedad por la que acaba de desaparecer nuestro colega. Con los hombros caídos, como derrotado, pero tratando de mantener la compostura.
—¿Por qué me iba a dar miedo una vieja que murió hace más de veinte años? —le escucho responder mientras escalo, persiguiendo a Juanto hacia el interior.
El salón es enorme, diáfano y oscuro. Huele a humedad quieta y pringosa. La luz del sol parece retraerse al cruzar las ventanas, tocando retirada y reconociendo su derrota. El aire quema y las paredes susurran cosas ininteligibles».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Arturo Panero González os lo agradeceremos.