Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Criada en soledad y silencio, marcada por el abandono y rodeada de muerte, Iria Alistair crece creyéndose maldita. Su escalofriante mirada que infunde temor y su desafortunada capacidad para sentir todo lo que atormenta a las personas que la rodean la llevan a convertirse en una sombra huidiza.
Todo cambia en la universidad, cuando se topa con algo incluso más inquietante que ella misma.
Sin querer, se verá atrapada en medio una investigación y se convertirá en el centro de atención, resultándole cada vez más difícil esconder sus secretos o ignorarlos.
Pistas imposibles, crípticos sueños aterradores, profecías…
En medio de una tempestad helada y acechada por las incógnitas de su propia naturaleza, Iria tendrá que enfrentarse a la verdadera oscuridad.
Es hora de despertar.
Phoebe Palomo nació en Madrid con una notable impuntualidad respecto a la fecha en la que se la esperaba.
Quizá, gracias a ese mes extra en la comodidad del vientre materno, tuvo tiempo de llenar su cabeza con ideas sobre un mundo que aún no conocía, las cuales pudieron cobrar vida años después.
Siempre ligada a la rama artística, explora la expresión plástica desde temprana edad y termina escogiendo la especialidad de fotografía. En su deseo de expresar cuanto crece en su imaginación y tras muchos años flirteando con las palabras, ahora nos presenta su primera novela de fantasía urbana. Una historia en la que cada personaje lleva integrada en su esencia una, o varias piezas del puzzle que construye la personalidad de su creadora, y que trata de poner el foco en las emociones y sentimientos humanos.
«Intrépido lector: hay frases que parecen expresar una verdad absoluta e inamovible porque son respaldadas por su carácter casi inmemorial; «Una imagen vale más que mil palabras» es una de ellas. Lo que este libro te ofrece es una historia llena de palabras que traerán miles de imágenes a tu mente, a las que tendrás la libertad de dar el valor que tú decidas y que se convertirán en sentimientos en tu interior, en escenas de misterio y en incógnitas que desearás resolver. No encontrarás personajes sino personas reales que, aunque se lleguen a hallar en situaciones imposibles, seguirán siendo cada una de tus versiones dando voz, con esas valiosas palabras, a lo que no siempre supiste expresar. Sin embargo, debo advertirte; puede que desees saber qué es lo que ha despertado de verdad».
«Apenas medio kilómetro detrás de la residencia de estudiantes, casi engullido por la hiedra, el viejo edificio del antiguo rectorado aguantaba en pie estoicamente. Declarado en ruinas hacía algo más de una década, tras el incendio que acabo? con la vida de cuatro profesores y tres alumnos, ese oscuro monumento a la destrucción y la inevitabilidad vestía el luto en sus tiznados ladrillos, recordando amargamente a todo el campus la fragilidad de la vida humana y nuestra tendencia a subestimar las fuerzas de la naturaleza.
Nadie se atrevía a explorar el inmueble. Alumnos y profesores sentían el mismo respeto y temor hacia él. El viejo rectorado ya no pertenecía a las personas: la naturaleza lo había reclamado. Las plantas lo abrazaban con recelo, lo envolvían con sus ramas y lo rodeaban de vida. Solo ellas respetaban su naturaleza inerte, solo ellas eran capaces de hacer bellos sus ennegrecidos muros.
Quién habría podido imaginar que alguien fuera capaz de romper el silencioso pacto de respeto que la universidad había creado con el desfigurado ente... Y sin embargo así ?era: en las calcinadas entrañas del edificio se había instalado la corrupción, una oscura perversión sin naturaleza alguna».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Phoebe Palomo os lo agradeceremos.