Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
La guerra ha adquirido una marcha imparable: ya sea para bien o para mal, pronto llegará a su fin. El tercer bando de la contienda, aquel que aboga por la paz, tiene por fin suficiente peso para hacerle frente a los otros dos, que no desean el fin del conflicto armado.
¿Será esto suficiente para acabar con la guerra? En el tercer bando son conscientes de que su nueva alianza es demasiado grande y eso les convierte en el primer objetivo de los otros dos bandos del conflicto.
Por ello es el momento de afianzar esta nueva alianza y estar preparados para todos los posibles horizontes que puedan suceder. Aunque el tercer bando defiende una solución pacífica de los conflictos, curiosamente, para llegar a esa ansiada paz, deberán ganar primero en la guerra. Y sus enemigos no piensan ponérselo nada fácil.
Alba Valero nació el 16 de agosto de 1994 en Íllora (Granada). Se licenció en Administración y Dirección de Empresas y Derecho por la Universidad de Granada en 2017. Posteriormente cursó el Máster en Dirección de Recursos Humanos en EAE Business School en Madrid en 2019.
Paralelamente a lo anterior, la faceta como escritora de Alba comenzó a desarrollarse desde su adolescencia, adquiriendo madurez con el paso del tiempo. El mundo de El deshonor de la verdad no es el único que ha creado, pero si el primero que la autora ha publicado y que consta de dos trilogías.
Con sus obras, la escritora no busca un relato fantástico lleno de héroes con un don superior que salvan el mundo. El objetivo es contar la historia de cómo personajes que no tienen ventajas sobre los demás, luchan con los medios que tienen a su alcance por lo que cada uno considera correcto, con los éxitos y fracasos que eso conlleva.
«La guerra en Naem ha cambiado para siempre. Los avances en la magia ya no son exclusivos de uno de los bandos del conflicto. Gracias a las investigaciones de Zyre y Theure, la balanza se ha igualado y los magos del tercer bando pueden hacer por fin frente a sus enemigos.
Por eso ha llegado el momento de recobrar lo que es suyo: Ausrâ. La ciudad, que fue la fundadora del tercer bando de la guerra, ahora se encuentra reducida a escombros y en manos de uno de sus enemigos: Helter.
Eso sí, Ausrâ deberá ser liberada antes de que la guerra civil entre el Alz y su padre, el rey Yanum Heidrun, escale y tome fuerza. En el tercer bando son conscientes de que, aunque su alianza es fuerte, probablemente no sea suficiente como para hacer frente al mismo tiempo a sus dos enemigos: Helter y Yanum.»
«—¿Crees que te has curado del racismo? —devolvió Alz la pregunta con una cuestión extraña.
—Me ha curado la vida a golpes. Cuando recuerdo la forma en la que yo hablaba y me refería a los bastardos… me doy asco a mi mismo. He aprendido mucho desde que me convertí en uno de ellos.
—Pues a mí también. Al principio, mi relación con Eydís no era más que una farsa: ella vino a proponerme nuestra unión para intentar dar algo de estabilidad al reino después de tu desaparición, y yo simplemente acepté. Luego los acontecimientos se precipitaron. Y ella me demostró, una vez tras otra, su valía. No la veo como a una loba. No, porque no me veo a mí como a un lobo. Somos algo más. O eso quiero creer.
»Cuando descubrí que nací como bastardo y que fue nuestro padre quien contrató al enemigo para que me convirtieran en un híbrido, Eydís no me repudió. Ella es la heredera al trono detrás de ti y de mí, y en lugar de hacerse con la corona, decidió rendir honor a la verdad y apoyarme a mi. Porque mi causa es la justa. No le ha importado en ningún momento que naciese como un bastardo. No me ve como a eso, de la misma manera que yo no veo una loba cuando la miro. Simplemente es que… bueno… ¿por qué no has sabido explicarme lo que sientes por Uçan?
—Porque eso no se puede resumir en palabras. —A Aloir se le escapó una sonrisa dulce al pensar en ella.
—Pues, lo que yo siento por Eydís, quizá no es tan intenso como tú acabas de decir, pero es tan sólido, tanto, que me asusto. Porque es… ella. No entiendo como planteaba mi vida antes sin Eydís. Y lo peor es que este sentimiento es mutuo y crece por días.
—Vaya, no sabía que Eydís tenía esa capacidad.»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Alba Valero os lo agradeceremos.