
Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Nos encontramos ante una serie de relatos interrelacionados. Y si en principio no encontramos una trama lineal, sí aparecen circunstancias que van relacionando las vicisitudes de los personajes. Existen momentos centrados en un solo actor luchando por su supervivencia, pero conforme avanzan las distintas etapas, vemos la conexión con un conflicto bélico generalizado que transciende a los individuos. Una guerra discontinua que, además de no llevar una relación cronológica exacta entre tiempo y espacio, pone en cuestionamiento las leyes físicas de la causalidad, del antes y del después, porque la dirección inexorable de causa-efecto quizás pueda ser revertida. Luchas y viajes entre sistemas estelares que van conformando un mosaico inconcluso de aventuras en el entramado dinámico de la obra.
Antonio Trijueque Monge nació en Madrid en 1958. Es licenciado en Filología Hispánica con la especialidad de Literatura, por la Universidad de Valencia. Durante su vida ha trabajado como profesor de enseñanza media. Impartió clases de escritura creativa en la Universidad Popular de Gandía. También dio conferencias en la misma institución dedicadas al género de la Ciencia-Ficción: literatura, cine y series para la televisión; centradas en las tramas sobre los viajes en el tiempo y desplazamientos a realidades alternativas. Con anterioridad ha publicado: El cerebro escindido (2019): Serie de relatos fantásticos y de terror. Cuentos ideales (2021): Novela basada en las experiencias de un grupo de amigos a través de la vida y el mundo literario. Asesinos indecisos (2025): Historias sobre mentes rotas y perdidas.
«El lector se puede acercar al libro básicamente por el simple placer de jugar con el ambiente de la Ciencia Ficción. La obra trata de acoplarse a la grandeza del género para añadir nuevos objetivos. Plantear problemas como los viajes por el espacio, las paradojas temporales, la condición humana a través de los siglos, o el eterno enfrentamiento del individuo frente a un Cosmos de delirio. Consciencia, inteligencia. Comprensión, confusión. Lograr lo que esencialmente da vida a la especie. Las conquistas interminables. Los intereses enfrentados que nos empujan a seguir. Tal vez por encima de todo nos mueva la supervivencia junto a la libre elección de nuestros destinos. En definitiva, una historia que trata de reflejar la herencia literaria alimentada por la genialidad de los autores emblemáticos.»
«—Si no te estás quieta, te rebano el cuello.
Se la quedó mirando con admiración reprimida, a la vez que con deleite abyecto. En las facciones de ella se reflejó aún más la turbación. Dominada por el miedo dejó de forcejear, pero luego dijo imperceptiblemente entre dientes:
—La bestia domesticada —una sonrisa de superioridad apareció en su gesto—. Pobre tipo.
Aunque hasta ese momento la mujer demostraba una seguridad, que reflejaba su experiencia en manejarse con hombres bravíos e incluso de peor calaña que el que tenía delante, empezó a temblar. El rostro endurecido de Mánroc no reflejaba ningún tipo de compasión. Se daba cuenta de que no tenía todo el dominio sobre ese extraño, que con la afilada hoja del machete acabó por rasgar toda su ropa hasta dejarla completamente desnuda. La atrajo hacia él y la abrazó. El olor de la mujer penetró de golpe hasta el mismo centro de los instintos más primarios de Mánroc. La respiración comenzó a agitarse y perdió todo control sobre su cuerpo. Ella reaccionó y recobrando la serenidad dijo:
—Espera hombre… —las intenciones de ese hombre no eran nada diferentes a la de los otros que solía aguantar todos los días—. Tampoco tienes que sujetarme tan fuerte. Sé lo que quieres y si te relajas lo vas a pasar mejor. Anda… —ronroneó coqueta-, mejor será que tú también te quites la ropa y te pongas cómodo. Tranquilo que ya no voy a gritar. Además, si te sirve de algo, me llamo Lautara —lo miró de manera seductora—. Y si te digo la verdad, creo que empiezas a gustarme.
Todo el miedo y la sorpresa de Lautara se había transformado en aplomo. Empezó a actuar. Su seguridad en el manejo de los mecanismos corporales y de la psicología viril fue desplazando el dominio de Mánroc, el cual se fue amansando poco a poco como un animalito dócil. La mujer empleó las artes más refinadas de su oficio y trató de actuar de manera desinteresada porque ella también quería disfrutar del cuerpo de ese personaje inesperado. Al sentir la fortaleza y firmeza del hombre removiéndole la anatomía, gozó como posiblemente nunca antes lo había hecho. Esa noche, Mánroc pudo liberarse de la carga de toda la violencia que había acumulado durante semanas. Había acertado con el método más conveniente para asegurarse un refugio seguro y, después de tantos días a la intemperie, bastante cálido y acogedor. Por suerte, el sistema de calefacción de la casa funcionaba bien.»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Antonio Trijueque Monge os lo agradeceremos.