
En el Territorio de Illeron, un lugar en el que la magia se reprime y los Hijos de los Supremos fingen ser humanos, Zenobia Numik ha sido apresada. Dónovan Estrada, un arrogante Hijo de Cerlén, Lex Herbst, el mejor sastre de Illeron, y Avery Jovett, una joven risueña amante de cualquier criatura viva, no van a quedarse de brazos cruzados viendo como su amiga es condenada. Armarán un plan de rescate en el que se verán involucrados tres participantes más: Sage Glenn, una joven jardinera cuya vida va a dar un giro inesperado, y los hermanos Haendel, hijos del Comandante y herederos de dicho puesto, quienes van a tener la oportunidad de replantearse todo lo que les han hecho creer: Wyatt por su anhelo ante una vida eterna y Freya por una nueva amistad que hará temblar sus propósitos.
Nacida el caluroso agosto de 1998 cerca de Barcelona, Ariadna Tercero ha crecido en el cobijo de centenares de historias fantásticas, lo que la impulsó a coger papel y lápiz en secreto y a temprana edad y crear sus propios mundos.
Con los objetivos de doctorarse en estudios de moda, dar voz al sector y participar en la creación visual de otras historias, se graduó en Historia del Arte en la Universidad de Barcelona y se adentró en el mundo del cine con el Máster en Dirección de Arte en la ESCAC. Actualmente sigue luchando por lograr sus objetivos mientras disfruta de lo que la rodea, lee, diseña, amplía el mundo de los Hijos de los Supremos y crea alguna que otra historia que espera que algún día salga a la luz.

«Amistad, secretos, traición, una pizca de amor y mucha magia es lo que te aguarda en las calles de Illeron. Adéntrate en las páginas de Entre el bajo verde y el alto gris y enamórate de las casualidades (o del destino); descubre a los Hijos de los Supremos y halla tu poder y tu lugar. ¿Serás como la heredera cuyos propósitos se van a alterar? ¿La joven solitaria que va a descubrir el significado de la amistad? ¿O quizá el sastre cuyo corazón está en peligro?».
«Dónovan estaba sentado en una esquina de la biblioteca secreta de Lex. Se había pasado toda la noche buscando libros que le permitieran saber cómo desbloquear los poderes de la jardinera y le crispaba no haber encontrado todavía nada sustancial. De hecho, la poca información que habían logrado juntar la había encontrado Sage, que estaba sentada al otro lado del pasillo, suficiente lejos para no molestarlo, pero suficiente cerca como para que la mirada de Dónovan se escapara de vez en cuando hacia su rostro.
Estaba muy concentrada, pasando páginas con rapidez, absorbiendo información sin cesar. Quizá por eso mismo él no había encontrado nada sustancial todavía. Al lado de Sage había una gran cantidad de libros apilados mientras que él solo había conseguido consultar cinco. Pero había algo en ella que hacía que no pudiera dejar de mirarla… La ilusión de sus ojos, eso era. La misma expresión de asombro que había puesto la tarde anterior al ver todos aquellos libros.
Dónovan se preguntaba qué debería estar sintiendo. No sabía nada de aquella chica, seguía siendo igual de desconocida que el día anterior. Sus sueños habían sido demasiado desconcertantes como para poder sacar conclusiones. Pero aun así imaginaba que descubrir que no eras humano podía resultar atractivo. ¿Cómo habría actuado él si le hubiera pasado lo mismo? Dónovan no confiaba en la magia, solo le había traído problemas. Había ido olvidando lo que podía despertar en los demás. Era reconfortante ver en los ojos de otro lo bello de los poderes».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes, Ariadna Tercero os lo agradeceremos.