Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Un asesino a sueldo piensa en retirarse cuando se le encomienda matar a un abogado que blanquea capitales en Marbella. Cierto cansancio profesional, sus dudas y un imprevisto le impedirán cumplir su cometido.
Tras él, la criminóloga de la Policía estudia un video que recoge las imágenes del momento en que se frustra el asesinato y en un informe que remite a Jefatura hace un retrato robot del asesino muy preciso. A pesar de ello, cuando se tope con el criminal que busca, se enamorará de él.
Con el título de Ética para asesinos a sueldo, no es ésta una novela negra al uso, sino una obra provocadora y llena de personajes reconocibles, que ha sido escrita desde la ambigüedad moral y el escepticismo para hablar de la insuficiencia de la verdad o la fragilidad de nuestras convicciones.
J.M. Bielsa-Gibaja estudió Ciencias de la Información y ha sido editor web, asesor en Comunicación Política y técnico en Social Media. Ha colaborado como redactor freelance con medios como ABC o Público.es y ha sido responsable de varias webs de información local en la Costa del Sol, donde vive.
Autor de Doce Poemas (1994) y Tándem: Cuaderno poético a cuatro manos (2014) escrito con el poeta Francisco Aranda, participó en 2016 en la antología poética colectiva Poemas a los ángeles a beneficio del Comedor Social de Málaga
Es autor de los ensayos Radiografías de la melancolía y la nostalgia (2018), Y si la historia nos miente (2020) y Eso no estaba en mi libro de historia del periodismo (2021).
Ética para asesinos a sueldo es su primera aproximación al género de la novela.
«Sabe dios que Santiago M sólo había visto a aquel hombre apenas un momento, una vez, aquella en que una de sus balas le atravesó el hombro, y que desde entonces prefería olvidarlo y borrar traumas entre sucesiones de pinos y eucaliptos hacia el mar antes que revolcarse como un animal herido en el más oscuro de sus miedos, y sin embargo, ahí estaba una y otra vez el cabo Mirko Babic, del 52 batallón de milicianos, volviendo al mismo lugar para apuntarle y disparar desde una ventana, y él cayendo de nuevo al suelo, rodando —y a veces siente que desde entonces nunca ha dejado de rodar y que va un poco a la deriva, sin poder poderlo remediar— y de pronto vuelve la lluvia de plomo a su alrededor mientras es evacuado por sus compañeros en un blindado BMR primero a un hospital de campaña y después, cuando esté estabilizado y fuera de peligro, en avión de vuelta a España.».
«El hombre estaba tendido a pocos metros de la puerta del garaje de su casa, que seguía abierta y no pudo cerrar al ser sorprendido por un tipo con la cara cubierta que le golpeó en la cabeza y, tras patearlo, le dejó inconsciente en medio de una nube de polvo y se dio a la fuga. Salvó la vida de puro milagro porque su agresor vino a matarlo. La prueba es que la cámara de seguridad que había en lo alto del muro que rodeaba la propiedad, recogió el momento en que la víctima, Daniele F, un abogado al que algunos informes relacionan con el crimen organizado, salía del coche para abrir la puerta del garaje y era encañonado por la espalda con lo que parece un revólver semiautomático, tal vez del tipo Glock. Después, sin razón aparente, como si hubiera cambiado de idea, en vez de asesinarlo, el agresor le dio una paliza y huyó. La policía, hasta el momento, no ha llegado a tener nunca una explicación para ese cambio de opinión. Se diría que algo imprevisto alteró sus planes, pero no se sabe de qué pudo tratarse. Nadie lo entiende del todo.
Ni siquiera la criminóloga Adela R, que tenía un acné atroz y la piel de un tono verde ceniza como de no haber ido al baño desde hace seis meses, tras estudiar las imágenes durante días, sacó en principio demasiadas conclusiones. Sea como fuere, las autoridades celebraron no tener que hablar de una víctima mortal más en la zona. Aquel año, cuatro asesinatos relacionados con ajustes de cuentas entre bandas mafiosas ya habían perjudicado bastante la imagen de una costa abrasada por el sol que además de atraer a millones de turistas cada año, es el paraíso soñado por trápalas y gañanes, chuliputas y maleantes, busconas y sinvergüenzas de todas clases. Un lugar por el que sienten predilección todas las organizaciones criminales de Europa y en el que desde que se inventó han residido, no siempre todo lo discretamente que hubiera sido deseable, algunos de sus peces más gordos».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y J.M. Bielsa-Gibaja os lo agradeceremos.