Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Tres relatos de valor y supervivencia transcurren a lo largo de tres milenios. En el año 2000, la humanidad recibe una señal proveniente del espacio, se trata de un mensaje de una raza extraterrestre en un complejo código cifrado, que propicia el primer encuentro directo de la humanidad con una civilización alienígena. A principios del año 3000, un puñado de niñas y niños de siete a diez años, supervivientes tras la colisionar la nave colonizadora en la que viajaban con un meteorito, intentan sobrevivir solos, en un lejano e inhóspito satélite fuera de nuestro sistema solar, tras caer accidentalmente en él sus cápsulas de animación suspendida. En los albores del quinto milenio, una valiente e inocente muchacha, aspirante a sacerdotisa, viaja desde su acuoso y pacífico planeta de origen a otro mundo altamente tecnológico que amenaza con destruir su mundo y llevar a su especie a la extinción.
Estas tres historias, en principio, tan alejadas en el espacio y en el tiempo, se fusionan cuando entran en acción unas inconmensurables fuerzas, a medio camino entre el poder espiritual y las potencias sobrenaturales, que conectan el presente, con el pasado y el futuro, que en realidad no existen más que en nuestra mente, pues nuestra existencia forma parte de un continuo intrínsecamente unido a una conciencia universal.
Vi por primera vez la luz del día, frente al mar, en la bimilenaria ciudad de Badalona, cuando todavía veíamos la tele en blanco y negro. Siento decepcionaros futuros lectores o, por lo menos, eso espero que seáis, pero no soy ningún cerebrito. No soy de ciencias, ni tan siquiera de letras, soy de arte. Poseo un Grado en Arte y Diseño que imparte la Escola Massana Centro Municipal de Arte y Diseño de Barcelona. Sin pretender ser un hombre del renacimiento, a lo largo de mi vida me han movido múltiples intereses, siempre dentro del mundo de la creación, soy artista gráfico y fotógrafo, de joven realicé varias exposiciones en las que no vendí un carajo. Mi vida profesional ha transcurrido básicamente en el mundo de la comunicación, donde he sido director de arte y creativo en varias agencias de publicidad. A lo largo de mi carrera he diseñado desde juguetes y tipografías, hasta joyas y ropa deportiva. Como ilustrador, he dibujado cuentos infantiles, he diseñado barajas de naipes, he creado portadas de libros y ocasionalmente he hecho mis pinitos en el mundo del comic, con más pena que gloria, todo sea dicho. Más recientemente, fui copropietario de una empresa de creación multimedia durante quince años y aunque todavía no estoy jubilado, hace ya un tiempo que me dedico en cuerpo y alma a escribir, tengo predilección por las novelas históricas de las que he escrito varias sobre las vidas de grandes sabios del antiguo Egipto, todavía inéditas, pero también hago inmersiones en la ciencia ficción, género que tantos mundos ignotos y paisajes oníricos me ha desvelado a lo largo de mi vida.
Y con esto, ya sabéis casi tanto como yo de mi propia vida, solo espero que apostéis por mi modesta obra, y sabed que me lo he pasado muy bien escribiéndola, a ratos me ha hecho reír y para qué negarlo, también me he emocionado y hasta me ha hecho derramar alguna que otra furtiva lágrima. También tengo la pretensión de que os haga meditar sobre lo inhóspito que puede llegar a ser el universo. Nadie lo ha diseñado, no tiene ningún propósito conocido, sólo demuestra una ciega e implacable indiferencia que le hace, en cierto sentido, impasible ante todo sufrimiento y hostil hacia cualquier tipo de vida.
«En el transcurso de tres milenios, una única conciencia se va encarnando en tres mujeres muy distintas. Pero tienen algo en común, en cada una de sus existencias, deberán enfrentarse a la dura realidad que les ha tocado vivir, demostrando su valentía y luchando contra las adversidades a las que las abocan sus ineludibles destinos.»
«—Me encanta tu tono de piel, Gaia.
Lo dijo en un tono seductor que Gaia no esperaba, notó de inmediato, contrariada, como el rubor acudía violentamente a sus doradas mejillas dándoles un tono cobrizo.
—Tú ya sabes mi nombre, ¿Cuál es el tuyo? —le tanteó Gaia.
—Mi nombre poco importa. Además, soy yo quien hace aquí las preguntas. ¡Guardia, sal de la sala, déjanos a solas! —le ordenó a la adusta guardiana—. Así podremos disfrutar de una conversación más íntima, ¿no te parece? —le dijo tocando levemente la mano de la muchacha que reposaba en el brazo del sillón.
—Como quieras —le respondió Gaia, apartando instintivamente su mano, al notar el tacto frío y húmedo de la marmórea mano de su interlocutor.
—¿Quién eres en realidad Gaia? Tengo entendido que llegaste desnuda a nuestro planeta portando solo el misterioso triángulo adherido a tu frente —le preguntó de pronto el melifluo funcionario.
—¡Mi mundo es un lugar vasto y sagrado, y yo soy pura! ¿Por qué debería ponerme vestiduras profanas al oír la campana que llama a la oración? —expresó Gaia en tono melancólico.
—¡No divagues con acertijos místicos sobre tus creencias y contéstame a lo que te pregunto! —le exigió el funcionario.
—Suelo presumir de que soy una sacerdotisa para darme más pábulo, pero en realidad solo soy una humilde novicia. Me faltan por lo menos veinte años de estudio y meditación para alcanzar el estado de venerable maestra, de momento, solo soy un ornamento del dios. Bueno, no sé por qué te cuento todo esto, sin duda ya lo sabrás, a ti no te puedo engañar, ¿verdad?
—Entonces, ¿te consideras una mujer pura? —le preguntó con suspicacia su interlocutor.
—Lo era antes de venir a este gravoso planeta, seguro que perdí mi don al serme arrebatada mi pureza, tras la violación a la que me sometió aquel bandido.
—¿Sabes? Hemos podido desencriptar el mensaje que contenía el adminículo triangular que llevabas en la frente. Nuestros expertos han logrado romper los siete filtros de la codificación y hemos podido desentrañar cada uno de los siete sigilos —dijo tranquilamente «el soñador», así es como Gaia había decidido llamar a su interrogador.
—¡Esto no puede ser verdad! —exclamó Gaia, dudando de que fuera cierto.
—Sí lo es. El mensaje empezaba así; “El necio duerme como si ya estuviera muerto, pero el maestro está despierto y vive para siempre. Él observa. Tiene claridad."»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Roger Nabarro? os lo agradeceremos.