
Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Rubén es un joven seminarista en su última semana antes de ser ordenado. Dedicado, obediente, preparado para el voto… pero plagado de dudas que no se atreven a hablar en voz alta. Su mundo empieza a resquebrajarse cuando conoce a Azahara, una joven gótica e irreverente, cuyo pasado está marcado por ausencias y secretos. Entre ambos surge una conexión que va más allá del deseo: un vínculo profundo que arrastra memorias enterradas, pactos rotos y heridas que nunca cicatrizaron.
Lo que comienza como una historia de atracción prohibida se convierte en una revelación peligrosa: Azahara no es solo una joven que el mundo quiso borrar. Es la hija no reconocida de un sacerdote poderoso. Es el centro de un pacto milenario entre Iglesia y silencio. Y junto a Rubén, representa la única amenaza capaz de fracturar ese orden.
Daniel Moratilla Llagas nació en Madrid en 1977. Creció como el menor de tres hermanos, rodeado de ruido, afecto y la certeza de que las historias podían ser una forma de vida. Desde joven encontró dos refugios que lo acompañarían siempre: la escritura y el heavy metal. Ambos se convirtieron en su manera de desahogar aquello que no siempre sabía decir en voz alta: la rabia, la pasión, las preguntas sin respuesta. Con estudios básicos pero una curiosidad inagotable, se formó como lector voraz antes que como escritor. Leía de todo: fantasía, romance, drama, filosofía… cualquier libro capaz de sacudirle el corazón. Con el tiempo, esa necesidad de lectura se transformó en necesidad de escribir. Ha publicado varias novelas en las que explora amores intensos, personajes heridos y verdades que nacen de la oscuridad. Para él, la literatura no es solo un oficio: es la prueba de que incluso lo roto puede convertirse en historia.
«Si alguna vez sentiste que el amor podía salvarte… o destruirte, este libro es para ti. La Reina de la Noche no es una historia de romance perfecto, sino de dos almas que se encuentran cuando ya no creen en los milagros. Rubén, un seminarista que siempre obedeció, y Azahara, una chica que aprendió a sobrevivir en la oscuridad, se reconocen en sus grietas. Aquí el amor no es un premio, es una decisión peligrosa: elegir sentir aunque duela, aunque el mundo diga que está mal. Esta novela te invita a acompañarlos en una semana que lo cambia todo: el deseo contra la fe, la verdad contra el miedo. Te hará preguntarte por tus propias sombras, por aquello que callas, por lo que estarías dispuesto a perder para no volver a vivir a medias. Porque a veces, lo más sagrado no es lo que se protege… sino lo que arde. ¿Te atreves a mirar de frente?»
«Carta de Azahara
Rubén:
No sé por qué te estoy dando esto. Tal vez porque intuyo que pronto desaparecerás, como todo lo que alguna vez me hizo bien. O tal vez porque desde que te sentaste conmigo en este rincón roto del mundo, algo dentro de mí se movió, aunque aún no sepa si es bueno o peligroso.
No estoy acostumbrada a ser vista. Sé actuar, sé responder con frases oscuras y misteriosas. Me escondo detrás de mi estética, de mis libros, de mis silencios. Y suele funcionar. Pero tú... no te fuiste. Ni cuando fui fría. Ni cuando te advertí que no soy fácil. Eso me descoloca.
La verdad es que vivo con miedo. Miedo a que la historia se repita. Miedo a romperme igual que él. Hay días en los que apenas puedo sostenerme, y no quiero que nadie vea eso. Pero tú me viste igual. Y no saliste corriendo. A veces me pregunto si lo que siento por ti es real o solo una proyección de mi deseo de que alguien, al fin, se quede. Pero si estás leyendo esto, significa que me atreví a entregártelo. Y eso ya es más de lo que creí posible.
No espero nada de ti, Rubén. Ni promesas. Solo que sepas esto: si alguna vez dejo de venir, no es porque no me importes. Es porque no siempre sé cómo sostener la parte de mí que te mira con esperanza.
No estoy bien. Pero escribo para no desaparecer.
Y esta carta… es una forma de quedarme un poco más.
Azahara»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito93 y Daniel Moratilla Llagas os lo agradeceremos