Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Somos demasiados. Demasiados en las carreteras. Demasiados en los hospitales. Demasiados en los bares. Demasiados. Por este motivo, el mundo se divide en dos. Diurnos y nocturnos. Unos solo pueden salir por el día y otros solo pueden hacerlo por la noche. Ahora, han pasado 261 años tras la división y se ha creado un nuevo grupo, las Ratas, que viven en un agujero donde la oscuridad y la humedad les roba años de vida a cada minuto. Pero ahí, son libres. Libres a su manera, porque, para que el mundo sea igual para todos, deben acabar con los Líneas de manera definitiva.
Maya, nuestra protagonista, quiere continuar con la lucha que comenzó su madre. Muchos nocturnos se han unido a ella, pero salir del agujero y volver a ser controlado, no es fácil. Y más aún, cuando has nacido en ese lugar.
Mujer. Soñadora. Impaciente. Feliz. Diseñadora. Escritora. Hija. Hermana. Madre.
He publicado otros tres libros. Todos escritos con esa parte de mí tan humana y tan inhumana a la vez. Reflejando pensamientos y emociones. Sentimientos pasados y futuros. Construyendo historias que te atraviesan, que permanecen.
El primero, 8 minutos. O más, es un libro de diecinueve relatos muy diferentes entre sí. Historias encontradas en esa parte amarilla del sol en verano.
El segundo libro es una novela sobre un futuro distópico titulada Los sin ver, que pertenece a la misma colección que el libro que os presento aquí. Una advertencia disfrazada de ficción.
Y, el tercero, La vuelta de Velania. Un thriller también de ciencia ficción con algo más de fantasía.
Mis libros son más que historias. Son reales e irreales a la vez.
Son vuestros y míos.
«¿Alguna vez te has planteado cómo solucionarías el tema de la superpoblación?
Pues así, de una pregunta tan sencilla y tan complicada a la vez, surge la colección de libros Los sin ver, donde la solución que se plantea es crear dos mundos dentro de uno. Dividir a la población. Unos salen de día y otros de noche. Todo esto hace que nos encontremos ante un mundo donde los valores se pierden para dar paso al individualismo. Un mundo “perfecto” y deshumanizado. Estamos ante un mundo cruel, lleno de privilegios solo para los elegidos, donde, de alguna forma, queremos mantener el amor, el cariño o la amistad. Aunque a nuestros personajes pueda costarles la vida. Con este libro se pretende crear una visión del mundo actual llevada al extremo, mientras, a la vez, se intenta construir una esperanza. Quizá, y solo quizá».
«Ahora, vivimos bajo tierra. El mundo ya no está dividido solo entre diurnos y nocturnos. Ahora, hay tres divisiones. Los diurnos, los nocturnos y los verdaderos Sin ver, los que viven bajo tierra, las Ratas. Nosotros.
No vivimos en túneles debajo de las ciudades. Vivimos en un agujero. O en un túnel vertical. Un túnel que va hacia abajo. Solo hacía abajo. O casi.
Las Ratas estamos asentadas en, únicamente, un agujero, con un diámetro de poco más de medio kilómetro. Quinientos treinta y tres metros. Quinientos treinta y tres metros de libertad.
Realmente, todo esto fue idea de los Líneas. Querían hacer una planta subterránea para que cupiesen más nocturnos. Más Sin ver. Que esos pobres desgraciados no pudiesen ni ver la suela de los zapatos del resto de personas. Ese agujero sería para los nocturnos de baja categoría. Personas sin derechos. Personas que ellos consideraban poco deseables. Los delincuentes, los ancianos, o personas que, simplemente, no les gustaban. Iba a ser un lugar de vida para unos y de muerte para otros, para los que no merecían esa vida.
Usarían a estas personas para sus experimentos. Para matar sin problemas. Sin daño moral, si es que aún les quedaba algo».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Elena Romera os lo agradeceremos.