Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
¿Qué harías si tu mundo se tambalea en cuestión de segundos? Adolfo, después de años de bloqueo creativo, recupera su vida idílica tras alzarse con el popular premio Zeus de novela. Se convierte así en el escritor del momento con una intensa repercusión mediática.
Pero aparecen unos correos plagados de amenazas y preguntas perturbadoras. ¿Por qué el vengador anónimo tiene tanta sed de venganza? Junto a su exmujer y editora buscarán respuestas.
El afamado autor viajará por su oscuro pasado y sus miedos más profundos. Mantendrá una descontrolada y agotadora huida en la que el mínimo desliz podría echar todo por tierra. ¿Paranoia o realidad?
Neptuno en el lodo es un huracán de misterios, arrestos y revanchas que llevarán los nervios de Adolfo al límite.
Manuel Vázquez Roso. (Logroño, 1981) es licenciado en farmacia por la Universidad de Salamanca. Ha sido consultor estrátegico internacional y trabaja como director de acceso.
Manuel se forma en la escuela de escritores (Madrid) bajo la tutela de la dramaturga Elena Belmonte, y se especializa en relato, novela y escritura teatral. Su primer libro Se vende tiempo (editorial Alfeizar, 2021) recopila cuarenta y un cuentos sobre sueños, aventura, amor, nuevas tecnologías y desenlace.
Además ha contribuido en las antologías de relatos Economía de escalera, finanzas de patio, (Libro solidario de El Salmón Contracorriente, 2015) En manos del amor (ed. MMDE, 2023), Escritores del mundo (ed. MMDE, 2024), y ha formado parte de la revista Bohemia en la plataforma Medium. Con su primera novela Neptuno en el lodo, se consolida su voz como autor.
«¿Has engañado y manipulado a todo tu entorno por recuperar lo que más quieres? “Neptuno en el lodo” es un viaje truculento a través de la tempestad en la que se torna la vida de Adolfo, un escritor caído en desgracia que ha sobrepasado todos los límites por desesperación.
En esta historia de venganzas, misterios y situaciones estrambóticas, el protagonista se hunde cuando el ventilador le salpica la mierda a palazos. ¿Podrías perdonar y querer al posible malo de la película?
Una ficción en tercera persona y cuatro partes plagada de momentos cómicos, giros argumentales, flashbacks y diálogos que te sacarán más de una sonrisa, y harán que te preguntes: ¿hasta dónde sería capaz de llegar?».
De: vengador_48@gmail.com
Asunto: “La turbia revolución”.
Adolfo tuerce el gesto. ¿Otro fanático con sus locuras? Abre el correo con congoja mientras sigue masticando, cada vez más despacio, cada vez más nervioso. El texto se despliega por la pantalla.
Adolfo, cabrón, sé la verdad. Te voy a destruir. Confiesa tú o atente a las consecuencias. Tienes 48 horas.
Los garbanzos se le hacen una bola. Los escupe. Se pone a toser. ¡¿Quién?! Mira alrededor, el restaurante le observa: la señora con el abrigo de pieles, los dos ejecutivos trajeados... ¿Uno de los alumnos? El camarero de gesto torcido se acerca corriendo.
–Caballero, ¿se encuentra usted bien?.
–Claro que estoy bien, dice entre toses.
Adolfo hace un gesto con la mano para despacharlo. Agarra el vaso de agua. Da un trago largo y la tos remite. Sigue observando a su alrededor, nadie le ha reconocido. Recoge el móvil del suelo, relee el mensaje. ¿Quién se atreve? Intenta comer más pero el estómago se le ha cerrado. Llama a Teresa, pero no contesta una vez más. El calor sale de lo más profundo de su cuerpo. Su cabeza está revolucionada, un torrente de ideas que escapan descontroladas en cualquier dirección posible. La señora del abrigo de pieles aparta la mirada, ¿le habrá reconocido? ¿Y si se hubiera muerto? Los buitres volarían alrededor de su cadáver, lucirían sus plumas negras y sus picos ensangrentados. Y él sin poder defenderse. Deja el plato intacto. Se levanta. Se pone el abrigo. Da pasos rápidos hacia la puerta. Que no me reconozca nadie, baja la mirada, por qué no llevaré las gafas de sol en todas partes, esa señora seguro que sabe quién soy. El mundo lo va a descubrir, me van a despedazar.
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Manuel Vázquez Roso os lo agradeceremos.