Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Ocha aborda la historia de un niño albino nacido en Tanzania el cual es considerado, de manera errónea, como una figura mágica desde su nacimiento. Ese día es secuestrado por el avaricioso Moussa Miserati, dueño del famoso y extravagante circo Morati, con el fin de explotar su imagen. Poseedor de un don único y a través de su actuación circense, Ocha, para sorpresa de todos los asistentes, es capaz de sanar a los espectadores con una danza mágica que realiza sobre la cuerda floja. Esa serie de milagros provoca un fanatismo enfermizo entre el público. La historia nos traslada hasta una vida marcada por el sufrimiento y el abandono. Sin embargo, a través del amor incondicional de una misteriosa mujer, el pequeño funambulista es finalmente liberado de la opresión y el maltrato.
Marisa Blume es una artista mallorquina que debutó con su primera novela El curioso incidente de Jeremías Pissenlit en el año 2016. Desde entonces ha escrito tres obras ilustradas más: Ilusión Pinaud, Ocha, el bailarín de las estrellas y Elliot Wings. Se especializa en literatura infantil y juvenil, combinando texto e ilustración a partes iguales. Es poseedora de varios premios de pintura, dibujo y fotografía en las Islas Baleares. Durante su carrera artística, ha colaborado en periódicos haciendo humor gráfico, trabajado para editoriales a nivel nacional como ilustradora, y participado en la Universitat de les Illes Balears como coordinadora artística y dibujante. Ha realizado más de medio centenar de exposiciones, tanto individuales como colectivas en fundaciones y galerías de arte de Madrid, Barcelona y Mallorca.
«La idea del cuento surgió después de ver un documental sobre los niños albinos en África. Cuando descubrí la cruel realidad que viven allí, sentí que debía actuar. Escribir e ilustrar la historia de Ocha fue un acto de respeto, plasmar un grito silencioso, un abrazo de papel a esos niños que sufren no sólo la exclusión por ser diferentes, sino auténticos actos abominables. Su lectura pretende que el lector vea el mundo a través de las emociones resilientes de un niño maltratado. A través de su mirada y su prosa poética, la historia puede ser apreciada también por jóvenes y adultos, educadores y cualquier persona interesada en entender los mecanismos de la discriminación y la inclusión. En definitiva, Ocha trata sobre la capacidad que tenemos de renacer a través del amor incondicional.»
«Cuando pasaron tres años, Miserati decidió que ya era hora de que Ocha actuase, y ordenó que le confeccionasen un traje azul con estrellas doradas para la ocasión. Al contrario de lo que todo el mundo pensó, el niño salió a la pista listo para la actuación. Inspirado por su don natural, dejó a todos los presentes con la boca abierta mientras se deslizaba flotando por la cuerda como si fuera un sueño.
Los ojos, cerrados.
El corazón, expuesto.
La gracia hecha materia.
Pero cuando estaba algo más lejos de la mitad de la cuerda, algo milagroso sucedió. Sus manos rosadas empezaron a acariciar el aire peinándolo suave, como si quisieran leer en él desde cuándo éste habitaba el planeta. Luego, inclinó la cabeza hacia el público e inspiró profundamente, llevándose las penas y tristezas de todos para encerrarlas en su propio corazón. Después, al exhalar, las enfermedades, la ansiedad y los problemas de los asistentes, habían desparecido como por arte de magia.
Al darse cuenta, el público enloqueció. Empezaron a agitarse unos contra otros, a pisotearse tratando de alcanzar algo que ni siquiera sabían lo que era. Tenían los brazos extendidos en el aire igual que el niño, fervientes de aquella serenidad deconocida, locos por existir.
Las barreras se rompieron cansadas de soportar el peso de la locura general, y Moussa Miserati, al contemplar aquel espectáculo, corrió a socorrer a Ocha para que la multitud no se lo tragara vivo.
Lo encerró en su caravana, y le preguntó:
—¿Qué acaba de pasar, Ocha? ¿cómo has hecho eso ?
Moussa se dio cuenta de que parte de sus vergüenzas pasadas se habían también disipado, y su tono de voz fue por segundos cálido y amable.
El niño no sabía qué contestar, sólo al final dijo:
—Lo siento de verdad. No pretendía hacerlo.
—No lo sientas, de hecho tienes que hacer eso que has hecho hoy cada vez que subas a la cuerda.
Norte, Sur, Este y Oeste, el ahora famoso Circo Morati recorrió en meses los cinco continentes. Las gentes se agolpaban a las puertas de éste convencidos del poder del chiquillo. Mesías le llamaban, otros Salvador, y al final, cuando el niño aparecía, gritaban su nombre con tanta desesperación que éste se hacía uno sólo. Alrededor de la cabeza de Ocha cualquiera habría jurado que existía un halo luminoso que sólo con mirarlo, deshacía en hilos de oro los más inconfesables de los pecados.»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Marisa Blume os lo agradeceremos.