Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo que puede rondar los 2-3 meses.
Lali Noguera, 55 años, periodista especializada en escándalos de la Iglesia Católica es amenazada y perseguida y decide desaparecer de la circulación.
Pide refugio en un convento de clausura, gracias a su contacto con una de las monjas, a través de internet.
Allí se produce el choque de dos mundos: el de ella y el de la monja, que lleva 32 años encerrada. Conocemos cómo una visita episcopal acabó, 20 años atrás, con la vida de otra monja, después de quedar embarazada y serle practicado un aborto.
Lali descubre robos de obras de arte y esqueletos de monjas y de recién nacidos además de irregularidades urbanísticas.
A causa de un suceso que produce ciertos cambios, hay un punto de encuentro en el que ambas realizan una revisión vital y deciden cómo quieren vivir la última parte de su existencia.
Enfermera, Licenciada en Filosofía, Pianista, Terapeuta en PNL, Descodificación biológica y Arte-terapia, escritora, profesora de Técnicas Narrativas.
La lista es más larga, tanto como su inquietud, que la ha llevado a aprender de campos diversos en una búsqueda incesante por saber más y más. Eso fue producido por una creencia que tuvo desde pequeña de que todos sabían alguna cosa que ella ignoraba, y a esa búsqueda dedicó su vida.
Ha publicado tres novelas infantiles, cinco de adultos, más dos libros de relatos breves. Ha ganado 35 premios literarios. Y sigue aprendiendo.
Empezó a escribir por necesidad vital y terapéutica, para librarse de ciertos aspectos de su vida que le producían dolor. Escribir le permitió comprenderlos y comprenderse, a la vez que perdonar a aquellos que se los habían inflingido y perdonarse a sí misma por no haber estado a la altura.
«Si te gusta reflexionar sobre lo que sucede, si no te dejan indiferente las injusticias, si te gusta mirar la vida desde más perspectivas que la propia, estas páginas te pueden cautivar. Además, su ritmo de acción te va a atrapar desde la primera página.
Los abusos y acosos del género humano son variados, pero destacan los que se hacen en el ámbito de las religiones. Esta novela te introducirá en escenas reales, bien documentadas para que puedas vivir algunos momentos dramáticos de las mismas.
Estos escenarios de persecución conllevan momentos humorísticos y otros más reflexivos y, sobre todo, describen decisiones existenciales en encrucijadas de la vida. ¿Quién necesita más ser salvada, la periodista o la monja? ¿Cómo se pueden reconducir y rescatar unas existencias, ya superado su ecuador?».
«Se queda un momento inmóvil por el pánico, al oír al auto dar el giro del final y enfilar por segunda vez el pasillo, ahora en dirección a ella. Adentrarse en el aparcamiento es una locura. Sus ojos se clavan otra vez en la escalera. Si se queda ahí agazapada como un conejo asustado, los tipos van a parar el coche y a perseguirla a pie, con lo cual sus posibilidades terminan aquí. Hay que arriesgarse. Son escasamente veinte metros los que la separan de la escalera y sus perseguidores, a pesar de que se acercan raudos, aún están lejos.
Toma aire, se levanta, agarra fuerte su pesada bolsa que contiene entre otros objetos su ordenador portátil, su segundo cerebro, y atraviesa el tramo a toda la velocidad que le permiten sus nervios y su carga. Sube los peldaños de dos en dos. Cuando está entre el segundo y el primer piso le parece oír los frenos del coche chirriando. Sigue hacia arriba sin detenerse y sale a la calle. Ahora ellos van a perseguirla corriendo.
El peso de la bolsa no le permite correr a la velocidad que le gustaría, o sea, volar, pero no puede plantearse la posibilidad de abandonarla. ¡Ahí está toda su vida, todo su trabajo! Mira con desesperación arriba y abajo de la calle. No sabe cómo puede aprovechar mejor los escasos segundos de margen que le quedan, antes de que ellos aparezcan en la acera mojada. Siente el corazón percutiendo en su garganta, como si fuera a salirle por la boca, una boca que se le ha quedado reseca y pastosa. Jadea como un búfalo pero, a pesar de encontrarse apenas sin aire, sabe que no puede detenerse ahora.
Decide correr hacia delante y cruza la calle sin mirar, en medio de un tráfico intenso, lo que le comporta insultos y pitidos por parte de algunos conductores que se ven obligados a frenar de forma imprevista. El último en hacerlo es un autobús que acababa de arrancar desde su parada, escasos metros atrás. Creyendo el conductor del mismo que tal heroicidad solo podía deberse a la necesidad de no perder el bus, lo detiene y con una sonrisa comprensiva abre las puertas ante ella. A Eulalia no se le hubiera pasado por la cabeza subirse a un autobús, pero la ocasión la pintan calva y el resoplido de las puertas mostrándole una estupenda vía de escape constituye una invitación, por lo que sube los dos peldaños sin pensarlo dos veces y suspira profundamente cuando las puertas se cierran detrás de sí y el autobús emprende de nuevo su marcha.
Mientras se aleja, otea la acera de enfrente. Los dos individuos se han asomado y están escrutando arriba y abajo para adivinar dónde puede haberse metido su presa. Intenta calmarse. La sonrisa comprensiva del conductor se le hace balsámica. Paga su billete sin destino y se sienta. Hay que pensar y rápido. Llama a Toñi».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Carme Arrufat os lo agradeceremos.
