Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Patricio y Nuria, tras una década de reclusión, él en un centro de salud mental, y ella en prisión, se reencuentran en Salamanca, justo cuando un asesino en serie siembra el terror, dejando como firma una enigmática cruz de madera con cordón negro en cada una de las víctimas. El pasado, lleno de secretos y arrepentimientos, amenaza con emerger.
El encargado de desentrañar la investigación es el inspector Iglesias, marcado por sus propias batallas internas. Mientras, en la aparentemente tranquila ciudad de Cáceres, el prestigioso bufete de abogados Márquez y Hernández se verá atrapado en una red de intrigas que rodea al caso. A medida que la investigación avanza, las líneas entre el bien y el mal se desdibujan, y una pregunta cobra fuerza: ¿merece todo el mundo una segunda oportunidad?
Myriam Rivero Rodríguez (1983), nacida en Plasencia, es una autora en ascenso en el género de la literatura negra. Su carrera artística se inició con las novelas Recuerdos hacia un destino (2007) y Obsesión (2008). Su obra más reciente, El enviado (2021), fue seleccionada en el I Festival Octubre Negro de Madrid.
Comprometida con la comunidad literaria, ha moderado festivales y forma parte de la asociación AEL, donde organizó un encuentro de ámbito nacional. También ha sido jurado en concurso de relato, ha colaborado en la obra de otros autores y ha publicado en diversas revistas literarias. Además, ha sido finalista de un concurso de microrrelatos y seleccionada para diversas antologías internacionales.
Con su pluma afilada, Myriam se establece firmemente en el panorama negro, resonando con fuerza en cada página que escribe.
«Sumérgete en Reinado de Muerte, una intensa novela de intriga que te atrapará desde la primera página. Patricio y Nuria, con un oscuro pasado que los une, se enfrentan por separado a un asesino en serie que aterroriza Salamanca. La tensión aumenta mientras los secretos ocultos amenazan con salir a la luz, obligando a los personajes a confrontar su doloroso pasado.
A través de un inspector marcado por sus propias batallas internas y un bufete de abogados en el centro de la tormenta, descubrirás un mundo donde la línea entre el bien y el mal se desvanece. Esta historia no solo es un thriller apasionante, sino también una reflexión sobre la redención y las segundas oportunidades.
Prepárate para un viaje lleno de giros inesperados y emociones profundas. ¡No te lo puedes perder!».
«Lo que no retransmitieron fue que la chica estaba tirada detrás de unos arbustos. Tendría cerca de treinta años. No iba con ropa deportiva, al menos de lo que le quedaba. Tenía una hendidura en la nuca. Le habían clavado algún objeto muy punzante entre la apófisis espinosa de una vértebra de la zona II del cuello, alcanzando incluso a la tráquea. Había roto músculos y había rozado una de las ramas de la arteria carótida, pero apenas había salido sangre debido al compartimento aponeurótico que limitaba la hemorragia externa. Tan solo había unas gotitas. La habían asesinado allí mismo.
Ninguna otra zona anatómica abarcaba tantas disposiciones vitales situadas tan próximas.
La escena del crimen revelaba detalles que sugerían un asesino deliberado y preciso.
¿Qué había hecho aquella muchacha para merecer aquel final? Al menos había sido una muerte rápida.
Su mirada vacía miraba al infinito. Su rostro estaba pálido con una mueca en los labios. La encontraron tumbada de lado, en posición de decúbito supino. Su camisa estaba abierta dejando entrever un sujetador negro, liso, aunque no parecía que la hubiesen agredido sexualmente, lo que apuntaba que el móvil no estaba vinculado con este tipo de violencia. Del cuello colgaba un crucifijo pequeño de madera, con cordón negro, no perteneciente a la víctima. Sus jeans estaban algo manchados de barro, normal en la zona en que se hallaba.
La posición de la víctima, los detalles de su indumentaria y la ausencia del arma del crimen indicaban que el asesino había actuado con destreza y habilidad. Un profesional, al parecer.
Del arma solo se sabía que debía de ser larga, puntiaguda, rígida... algún tipo de punzón.
La falta de testigos junto a la falta de rastros del arma sugería, que el asesino era hábil y se movía con sigilo. Todo hacía indicar un total control sobre la situación.
Quien lo hubiese hecho quería asegurar su objetivo y lo había conseguido.
La intriga y la inquietud se apoderaron de Nuria, mientras trataba de comprender el alcance de aquella tragedia que había ocurrido tan cerca de su nuevo hogar».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Myriam Rivero Rodríguez os lo agradeceremos.