La destrucción de los nidos de avión común (Delichon urbicum), pequeña ave de la familia de las golondrinas que construye sus nidos bajo los aleros de nuestros edificios, es una práctica habitual por parte de los vecinos que realmente son agraciados por su presencia, causando en la mayoría de los casos la muerte de los polluelos. Las administraciones conceden permisos para esta actividad, a pesar de que la Ley 42/2007 del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en su art. 52 prohibe la destrucción de sus nidos, al igual que lo hace la Directiva europea 2009/147/CE relativa a la conservación de las aves silvestres, que prohibe destruirlos o dañarlos de forma intencionada. Esto es debido a que verdaderamente existe un problema sanitario y de seguridad que todavía no ha podido ser resuelto.
La caída de nidos o parte de ellos, así como la suciedad que estas aves producen y que ensucia las fachadas, ventanas y toldos de sus vecinos humanos, les hace ganarse enemigos que a la menor oportunidad y habitualmente con nocturnidad, destruyen sus viviendas con intención de evitar la suciedad que éstos producen, sin tener en cuenta los beneficios que obtienen gracias a su presencia.
Estas pequeñas aves forman colonias por lo que pueden llegar a ser muy abundantes pero no causan molestias sonoras debido a que solo producen cortos trinos ahogados. Cada individuo consumen miles de mosquitos, polillas y otros insectos perjudiciales para nuestra salud o causantes de plagas y enfermedades en nuestras plantas y mascotas. La eliminación de miles de molestos insectos se relaciona con la idea extendida en muchas zonas de España de que la nidificacion de estas aves en nuestras casas nos trae la "buena suerte".
Hasta ahora, la forma más extendida para la lucha contra la suciedad que generan ha sido la destrucción de los nidos para posteriormente evitar que los vuelvan a construir, bien colocando unas láminas metálicas inclinadas bajo el alero o bien pintando la zona con pinturas especiales, que como puede verse en alguna de las fotografías que se adjuntan a este proyecto, no es garantía de que no los vuelvan a construir. Algunas entidades como la Asociación Apus, llevan años luchando contra este problema, concienciandoe sobre la bondad de aviones, golondrinas y vencejos e instalando unas repisas bajo sus nidos que reducen la caída de los excrementos.
Según lo comentado hasta ahora, la nidificacion de estas aves en nuestras casas sería considerada como muy positiva si no fuera por el único gran inconveniente que es la suciedad que sus polluelos generan y expulsan a través de la ventanita de sus nidos de barro. Por eso, desde el departamento de I+D+i de Flumen Anae, Servicios Ambientales, queremos llevar a cabo una investigación para comprobar la eficacia de varios sistemas que permitan mantener totalmente limpias nuestras fachadas, a la vez que las aves puedan continuar nidificando en ellas y así podamos disfrutar de su presencia y de los beneficios que estas aves nos reportan sin más preocupación.
Una vez realizadas las pruebas y comprobado el método más efectivo, comenzaremos una campaña de difusión entre administraciones, propietarios y administraciones de fincas con problemas de suciedad causada por aves, así como la estandarización de la fabricación y puesta en funcionamiento de este nuevo servicio que compatibilizará la nidificación de estas aves sin necesidad de sacrificar la limpieza de nuestras fachadas, habiendo conseguido solucionar un problema sanitario sin afectar negativamente la conservación de estas aves.