Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Una pequeña nave de exploración descubre, casi por casualidad, un nuevo planeta habitable.
La Aurora, la nave científica más importante de los veinte planetas colonizados, se dirige hacia allí. Pero lo que iba a ser un acontecimiento histórico pronto se transforma en una pesadilla. Se pierde el contacto con la nave de exploración, el planeta no está tan deshabitado como parecía al principio y la Aurora sufre varios sabotajes.
La tripulación tendrá que dar lo mejor de sí para lidiar con enemigos inesperados, tanto en el exterior como en el interior: desde alienígenas hostiles hasta aquellos que no quieren que se descubra el secreto que se oculta en el planeta veintiuno.
Nací hace un buen puñado de años en l'Hospitalet de Llobregat y, aunque he dado varios tumbos por ahí, es la ciudad donde resido ahora.
Aunque la literatura siempre ha sido mi gran afición, actualmente me dedico a la logística en un pequeño negocio familiar.
Crecí en el seno de una familia en la que se leía mucho y siempre tuve a mi disposición una amplia biblioteca que no dudé en devorar.
De pequeño, no era raro verme en algún rincón hablando conmigo mismo, lo que me hizo ganar una merecida fama de soñador y despistado. Pero es que las historias, desde siempre, se han amontonado en mi mente. Algunas de esas historias han conseguido escapar y se han publicado, otras siguen esperando su oportunidad y todas, absolutamente todas, solo desean que alguien las cuente.
«¿Alguna vez te has preguntado cómo sería vivir en una nave espacial? ¿Te has visto a ti mismo pilotando el Halcón Milenario o caminando por los pasillos del Enterprise? ¿Te gustaría dirigir la nave desde el puente? ¿O tu hábitat favorito sería la sala de motores?
Con Aurora en el planeta 21 tienes la oportunidad de compartir las aventuras de la tripulación de una gran nave, con los retos, los descubrimientos y los momentos de gloria, pero también con los peligros de un entorno hostil como es el espacio.
La novela intenta apartarse de los tópicos más habituales, pero al mismo tiempo busca proporcionar un buen número de personajes con los que puedas identificarte. Puede que si estuvieses en su lugar reaccionases como ellos... pero puede que no. Al fin y al cabo, los humanos somos impredecibles...».
«La lanzadera de Kwanza se tomó su tiempo para rodear a la Aurora y dirigirse hacia el muelle. Dentro, Imani Caria observaba a la nave, entre embelesada y aturdida. “Es mucho más grande de lo que pensaba”, se dijo. Pese a que había visto imágenes antes de partir, cuando al fin tuvo la nave ante sus ojos prácticamente se quedó sin respiración. Lo primero que pensó es que parecía un container portuario, de los que tan a menudo veía en los puertos marítimos de Kwanza. Pero si se miraba con atención, se descubría que el exterior no era liso, sino que el casco contenía un gran número de salientes. Algunos de forma cúbica, otros esféricos. Imani estaba contemplando una de las irregularidades que tenia forma de entrante levemente cóncavo, cuando una compuerta se abrió sin previo aviso y mostró el interior del muelle de carga.
Imani casi lanzó un grito de asombro al comprobar que, en el interior del muelle, podía ver a varias personas que andaban con normalidad por el techo. Tardó unos pocos segundos en recordar que el generador de gravedad artificial de la Aurora estaba en una cubierta central y que, debido a eso, el concepto de “techo” y “suelo” dependía de la parte de la nave en la que uno se encontrara.
Pensó que tenía mucho que aprender. También esperaba que nadie se diese cuenta de lo nerviosa que estaba, o que, al menos, no fuese demasiado evidente. No era la primera vez que salía de Kwanza, aunque siempre habían sido viajes cortos, para asistir a algún evento en la Universidad de Fénix o en algún planeta de los Veinte. Pero esta vez se trataba de una misión larga en una gran nave espacial. Se acabó el salir a descansar, sentada en la hierba entre los árboles de su planeta natal, al acabar una jornada de trabajo. Se preguntaba si lo iba a echar mucho de menos».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y C.C. Boneu os lo agradeceremos.