Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Una palabra, un ruido, un gesto, una imagen o un pensamiento fugaz pueden desencadenar en nuestras mentes, en cualquier instante, una chispa que nos paraliza, una alteración en nuestro comportamiento, un impulso que no controlamos. En esos momentos, a veces, no somos dueños de las reacciones que desencadenan, reacciones que pueden tener consecuencias impredecibles.
Eso les sucede a los personajes de estas historias.
Historias que tienen en común tramas de hilos invisibles y electrizantes que abocan en una especie de cortocircuito en sus cabezas, dando como resultado acciones perturbadoras o finales imprevistos, transformándolos en individuos peligrosos, inquietantes o desconocidos.
Mercedes Ruiz Castillo (1959). Cordobesa de nacimiento, lleva prácticamente toda su vida en Málaga, donde ha trabajado en Villanueva del Rosario.
Es maestra. Y le gusta mucho esa palabra y ese oficio al que le ha dedicado casi cuarenta años. También es escritora. Y le encanta ese vocablo y ese trabajo al que le dedica todo el tiempo que puede. Para las dos cosas siempre ha sido inquieta. Nunca deja de formarse y de aprender.
Ganó el Festival Oño 2020, organizado por AMEIS (asociación de mujeres escritoras e ilustradoras) con su relato Mermelada de naranja amarga. Este relato está incluido en su primer libro, Laberintos en la mente, publicado por Ediciones del Genal. También ha participado en la Antología Si cerca hubiese un mar, homenaje a Ida Vitale, con el relato La roca, publicado por Editorial Las Lolas.
«Cortocircuitos es un libro con historias para leer a ratos o de un tirón, pero lo hagas de una manera o de otra, seguro que volverás a él más de una vez. Por muchas razones. Porque las historias te sabrán a poco. Porque ninguna te dejará indiferente. Porque algún personaje te recordará a alguien y te saldrá una sonrisilla maligna o una mueca amarga. Porque en alguna te reconocerás, aunque no lo vayas a decir nunca en voz alta. Porque seguro que hay situaciones que te suenan y de pronto recuerdas algo inquietante. Porque los cortocircuitos son más frecuentes a nuestro alrededor de lo que parece. Porque, en el fondo, quieres ser el protagonista de algún cortocircuito y eso te fascina o te fastidia. Ten cuidado, no todos ellos tienen buen final».
«Yo sé quién soy.
Y sé engañar.
Aparentemente soy una mujer delicada, con un punto de fragilidad que entusiasma al que está cerca de mí. También al que está en medio o medianamente lejos. La verdad es que a gran distancia engaño sin tener que hacer ningún esfuerzo. Sólo con ese ritual de dulces modales, mirada dulce y dulce tono en mi forma de hablar que tan bien domino.
Si algo me altera saco mi lagrimita, esa que me da los mejores resultados. Rápidamente el mundo gira a mi alrededor y enjuga mi llanto. Mi físico también ayuda. Tipo santa virginal.
Esa delicadeza que aparento es una muy buena aliada. Y me sirve para embaucar con una sutileza sin límites. Siempre consigo lo que quiero con mis artes. Así ha sido desde que nací. Si nada me perturba soy como un animal dormido. Aparento ser inofensiva. Frágil.
Pero que no me molesten».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Mercedes Ruiz Castillo os lo agradeceremos.