Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
«Me siento vacío», le dije a Merari, «no tengo nada y ahora tampoco tengo a nadie». Cuando llegue el invierno gira en torno a Alex; quien a pesar de no estar orgulloso de la vida que ha construido, sí la acepta. Trabaja como reportero en un portal de noticias con bajo presupuesto y tiene una relación insatisfecha con Penny. Bajo ese contexto conoce a Mickey de quien se enamora sin más y resurge del letargo que ha estado viviendo. Nunca ha sentido atracción más grande en la vida y decide lanzarse de cabeza. Sin embargo, Mickey, tiene muchas capas que dolorosamente Alex irá conociendo. El resultado de su aventura le llevará a conocer personajes excéntricos y a vivir en carne propia el valor de la amistad, la pérdida y a sentirse aplastado por el peso de la vida.
Junior Ramos
Nació en Honduras el 27 de julio de 1997, actualmente vive en Madrid, ciudad donde ya escribe su siguiente novela. Ha participado en revistas literarias como cuentista, reseñando novelas y obteniendo menciones en premios literarios.
«Hola, qué alegría saber que estás por aquí, ya sea por curiosidad, porque quieres comprar un libro o porque ya has comprado uno. Quizá ya lo sepas, pero estás rodeado de autores que moriríamos porque eligieras nuestra historia y te conviertas, así, en la última dimensión de nuestro libro. Tu servidor en especial cruza los dedos porque seas tú la pieza que falta y así Cuando llegue el invierno tenga realmente vida. Ojalá, más temprano que tarde, nos podamos encontrar en las siguientes páginas.
Saludos cordiales, Junior Ramos».
«Me encuentro en el portal del edificio de Mickey. Busco la llave y cruzo sin llamar la atención de esa familia que se prepara para salir. Alcanzo el ascensor y presiono el número de su piso. Mientras subo me veo la cara y es como si hubiera presenciado la muerte de una persona. Tan pálida, rígida y misteriosa. Me doy un par de palmadas y respiro tan hondo como me es posible. Intento sonreír y no me sale.
Al entrar, el apartamento de Mickey sigue tan vacío como lo recuerdo. Reviso la habitación y no hay una cobija desarreglada, una almohada en el suelo o algo que me indique que estuvo aquí. El baño sigue limpio, sin salpicaduras en el espejo, ducha o inodoro. Veo en los cajones de la cocina, vacíos al igual que su refrigerador y la alacena.
¿Dónde estás?
¡Te estoy buscando! grito y las paredes me regresan el eco.
Me dejo caer en uno de sus muebles y trato de concentrarme, pero mi mente es de lo peor, por más que trato de encontrar una pista, no la encuentro. Es como si mi memoria solo guardara una fracción de las cosas. El inicio, el nudo o el final. Abro los ojos. Me sirvo un vaso con agua y lo bebo. Dejo correr el agua del grifo y meto la cabeza. En cuestión de segundos mi cabello se encuentra en mi cara. Una vez siento ahogarme, la saco.
Me acerco a la ventana y tras de mí queda un ligero rastro de agua. Veo el final de la calle, los edificios de apartamentos, las casas y los autos que se estacionan en la calle. Repaso esta imagen hasta que siento una punzada en el estómago. ¡Es el auto de Mickey!
Bajo corriendo, salgo a la calle y noto que son los mismos neumáticos Michelin. El logo de Honda, la carrocería que sigue sin abolladuras porque ella es cuidadosa al conducir. Me pego a la ventana y en el interior se ven los recibos de la tintorería. Es el auto de Mickey, no hay duda. Intento abrirlo y es tonto porque no abre. Sin embargo, me gustaría creer que si rompiera la ventana Mickey estaría dentro».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Junior Ramos os lo agradeceremos.