Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Todo tendría que haber sido como creemos que es. Los dioses y los hombres tendrían que haber existido a solas, pero algo ocurrió al principio de los tiempos y otros linajes fueron creados. Mas también aparecieron el Enemigo, sus seres malditos y sus reinos de pesadilla para lanzarse a un acoso y a una lucha constantes. Los hombres y los dioses permanecieron al margen de sus destinos, sumidos en las tinieblas de la ignorancia y las mentiras.
Nemaï y Juan se criaron en el mundo de los hombres. Sus vidas transcurrieron con casi oculta anormalidad hasta que, durante Lughnasadh, Nemaï desaparece. Ahora Juan debe lanzarse en su búsqueda. Para ello deberá descubrir quién es en verdad él mismo, deberá enfrentarse a la verdadera familia de Nemaï y deberá combatir tanto a dioses y hombres como a las criaturas del Enemigo.
Pedro Málaga (Portugalete, 1972) es licenciado en Filología Inglesa y diplomado en Magisterio. Ejerce la docencia como profesor de Educación Secundaria Obligatoria. Apasionado por las palabras, ha dedicado buena parte de su vida a la lectura y a la escritura, actividades que considera esenciales para comprender y reinterpretar el mundo. En su tiempo libre, disfruta de largas caminatas por la naturaleza, donde encuentra la calma y la inspiración necesarias para crear nuevas historias. Fruto de esta pasión por la literatura, ha culminado su primera novela, una obra que combina imaginación y sensibilidad para dar vida a insospechados mundos llenos de magia.
«Dos años después de terminar la universidad, en 1997, con 25 años, estaba tan lleno de fantasía que sentí la necesidad de escribir mi propia cosmogonía. Y esta es la historia que me ha acompañado durante 26 años, durante poco más de la mitad de mi vida. Es como si la historia tuviera su propia vida y su propia biografía. Ocho años después de empezar a escribirla, la vida en su máximo esplendor (trabajo, familia, amigos…) hizo que todos ellos, los Baitira y los Baitlen, y el Enemigo y sus seres, todos durmieran durante quince años. Durmieron tan profundamente que a punto estuvieron de morir. Pero algo los despertó. Ahora la historia no ha muerto, sino que ha sido terminada».
«Aquellos eran días extraños para los hombres de los valles. Las hostilidades con los romanos invasores se habían recrudecido de nuevo. Su propio rey celta se había vuelto contra ellos. Un poderoso mago rondaba sus tierras acompañado de una ninfa al tiempo que el Merodeador Negro, una sanguinaria bestia asesina, acechaba en los bosques y caminos vecinales para devorar a los hombres y las mujeres que por allí transitaban. Por si todo esto fuera poco, Yule había abierto sus Puertas para vomitar multitud de demonios de terror que diezmaron las filas de los hombres.
Adar-Taèrr enseguida llegó al lugar oculto donde descansaban Néstor y Alejandretta. Se sentó a su lado cerca del fuego, pero ninguno de los cinco sentidos de la pareja logró percibir al Baitira. Casualidad, o quizás causalidad, aquella fue la primera noche en que el esclavo y la cortesana se entregaron a una pasión tangible y carnal.
Así pasaron otros dos meses en el mundo de los hombres. El rey brujo continuaba buscando su quimera sin ningún éxito, Néstor y Alejandretta cabalgaban por los campos verdeantes, ignorantes de que un dios de dioses los acompañaba, y Juldraín seguía devorando hombres, mujeres y niños siempre que el mago se descuidaba.
Cuando el cielo y la tierra temblaron imperceptiblemente para los humanos, Adar-Taèrr supo que su Príncipe lo estaba llamando. Cruzó las Puertas y se dirigió raudo hasta la Sala del Trono de Ïngerdan-Cléd, donde aguardaban los Herederos, las Grandes Magas, los Señores de la Orden, los Ïnger y los Grandes Patriarcas. En pie junto al Trono Quebrado de los Ïnger, Nemaï aparecía hermosa en su sufrimiento. En aquel momento despreciaba, porque ella no podía odiar, a su abuelo y a su esposo, pero no los despreciaba más que al Enemigo, que tanto la intimidaba. En cierto modo, sabía que el poder y la maldad del Gran Mentiroso habían sido la causa del pecado de Del-Himtaèrr.
Adar-Taèrr supo por boca de Indàra-Himtaèrr que, ante la desesperada situación en el Santuario, el mago humano sería conducido inmediatamente hasta el reino de los Ïnger».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Pedro Málaga os lo agradeceremos.