Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
En la Sevilla del año 92, las autoridades se encontraron con que el nivel de delincuencia era excesivamente alto para una capital que acogería la sede de la Exposición Universal. Por esto mismo, ponen en marcha una operación policial destinada a «limpiar» la ciudad. Quino, agente del cuerpo nacional de policía, se infiltra entre los «sin techo» de Sevilla con la tarea de sondear información acerca de los delincuentes comunes que actúan en la zona centro de la ciudad.
Para la consecución de sus objetivos, Quino se verá obligado a convivir con los miembros de este colectivo como un indigente más, lo que le hará experimentar un vínculo estrecho con todos ellos, especialmente con El Capi, el líder de los sin techo. Esta vivencia,marcará un punto de inflexión en su carrera como policía.
Curro Blanco es instructor de Taichí- Chikung y profesor de teatro. Aprovechó el confinamiento del Covid para explorer su afición por la escritura y participó en los libros de relatos Carta al fin del mundo y El mago, publicados por el taller de escritura y editorial Cuatro hojas en 2020 como su inicial experiencia narrativa. Esto más tarde le llevó a escribir su primera novela, Los susurros de la felicidad, autopublicada en 2022, entregándose al desafío de expresar sus vivencias y anhelos a través de sus personajes. Con un estilo personal, atrevido, divertido y no exento de lírica, presenta ahora La serenidad de los olvidados.
«A varios días del nacimiento de La serenidad de los olvidados, la mirada de un padre orgulloso, que no puede y no quiere, dejar de contemplar a su criatura recién venida al mundo, me lleva a pensar que esta obra va más allá de su clasificación literaria, dando voz a los marginados de una sociedad de arrinconados entre los callejones de la ignorancia centrada en sus sueños de grandeza. Encierra tributos al grupo Triana, cuya canción «Sr. Troncoso» inspiró el personaje de El Capi, y a Jesús Quintero, que visibilizó a los «sin techo» en la Sevilla del 92 acercándose a ellos sin prejuicios.
La novela nació después de dar un paseo por mi ciudad y deducir, cuando hube contemplado el número de indigentes que vi, que la cantidad de éstos, parece que sigue siendo, después de tantos años transcurridos, directamente proporcional a la importancia de aquella».
«Cinco días hacía que no te cogía.
Tú sabes, ajetreado.
Pacá, pallá. No paro.
Me va bien.
Sí, también he cogido buenas trancas. Ayer sin ir más lejos. Carlos, el de «CarlosBar», me pagó parte en especie. Buen vino. Muy bueno.
No, eso no. Que tú también sabes que solo cuando se encarta, que primero es el trabajo. Y no me falta, eh.
Sí, la mayoría se han entregado al falso elixir del alcohol. No han encontrado en su accidentado camino ayuda suficiente y han sucumbido.
No. No creo que me suceda. La vida es tan bella… Aprendí hace ya… Qué te voy a contar. A ver la belleza en las situaciones más aparentemente imposibles. Solo es cuestión de aprender. Si tienes claro que la vida es un regalo, al final lo consigues. Tengo la sana costumbre de no compararme con nadie, tú sabes, aquel tiene esto o aquello y yo... No pierdo el tiempo con esas memeces. Porque no te llevan más que a verte a ti mismo en desventaja y te restan energía y vigor para saborear lo poco o mucho que tienes. Mucha gente, cuando nos ven en nuestra «casa» improvisada, un soportal, los bajos de algún edificio..., en fin, adonde buenamente se puede, te miran la mayoría con lástima en sus expresiones. Y es normal. Se entiende. Pero esta estampa anacrónica y desafortunada no debería darse en pleno siglo veintiuno. Pero en esta cuestión no voy a entrar ahora.
Te decía que yo no quiero que me miren con lástima, porque además siempre va unido este sentimiento a otro que es resignación, y mucho bien no hace.
La felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace.
Ayer conocí a una nueva chica que se instala en la Alameda. Lleva poco en Sevilla.
Creo que es holandesa.
¡No, gilipollas, es muy joven!
Me ha despertado el instinto paternal. Solo eso. Siempre quise tener un hijo.
El Quino sigue haciendo preguntas muy raras. No sé.
Si al menos fuera del Betis…
Tengo que vivir por ti, hermano. Maté por ti y viviré por ti.
El Quino me ha hecho reflexionar. ¿Sabes? Ahora siento que puedo quizá hacer más por ti. Después de pasar catorce años en chirona, él cree que no me he dao cuenta de lo que está pasando... Además, yo he hecho mis indagaciones, tú sabes…: El Manuel, que aunque ya no es policía en activo, está al tanto de todo. Él me dejó caer en la taberna del Fideíto, que está habiendo movimientos para despejar basurilla de las calles. Tú sabes. No, no me ha dicho nada más, pero no hace falta. Con la Expo, que ya está a la vuelta de la esquina, querrán dejar limpita Sevilla. Y atando cabos…».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Curro Blanco os lo agradeceremos.
