Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 50 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Hebe se despierta en una habitación desconocida junto a dos chicos y una chica. Al comprender la situación y hablar entre ellos, temen lo peor. Ante la confirmación de sus miedos, deciden unir fuerzas y confiar mutuamente, a pesar de ser extraños. A lo largo de esta historia, cada uno enfrenta varias pruebas que los desafían tanto física como mentalmente, con la única esperanza de poder sobrevivir. Sin embargo, el mayor desafío al que se enfrentan no es solo superar las pruebas, sino también desafiar a sus propios demonios internos y los sentimientos confusos que surgen entre ellos.
Lo que en un principio parecía ser un secuestro ordinario se convierte rápidamente en un macabro experimento que tienen que superar, por el bien no solo de sus propias vidas, sino también por el de la humanidad.
Me llamo Evelyn Nicole Romero Oyaque, soy una estudiante universitaria de veinte años, nacida en Gandía, Valencia. Desde muy pequeña, mostré un gran interés por la literatura así que comencé a escribir desde temprana edad y gané mi primer concurso de literatura valenciana a los catorce años.
Me apasionan los géneros de terror, amor y ciencia ficción, así que decidí crear mi propia historia. Mi objetivo es el entretenimiento, pero también quiero que mis escritos sean una plataforma para reflexionar sobre problemas y miedos contemporáneos. Creo firmemente en el poder de la literatura para generar discusión y conciencia sobre temas importantes en la sociedad actual, lo cual es mi vocación por la escritura. Por lo que a pesar de estar estudiando busco cualquier momento para escribir o pintar.
«Esta historia surgió al ver a una compañera llorar mientras exponía un trabajo. Nos dijo que se había olvidado del tema y se sintió abrumada por los nervios. A mí también me pone nerviosa hablar en público, como a cualquiera, pero a ella le aterraba. Conocía su calidad, pero sus miedos impidieron que ese trabajo saliera a la luz.
Esto me llevó a pensar sobre cómo sería un mundo sin esos miedos que nos limitan. Desde renunciar a un viaje al parque de atracciones por miedo a las alturas, hasta evitar pedirle el número a alguien por temor al rechazo. Todo esto, junto con una pesadilla que tuve, me inspiró para escribir esta historia. Aunque pueda sonar descabellado, me pareció una premisa intrigante para un libro: explorar un mundo sin miedos, donde las personas pueden perseguir sus sueños sin barreras».
«Una pequeña brisa acariciaba mi mejilla haciéndome cosquillas, poco a poco despertaba de lo que sentía que había sido un gran sueño, esperaba despertarme lentamente con el olor a comida recién hecha que me hacia tan feliz por las mañanas, las risas lejanas de mi hermano y la voz de mi padre, pero poco tiempo me costó darme cuenta de que no estaba ni en mi habitación ni en mi casa y lo que más me asustaba, no estaba sola. Me levanté sobresaltada bajo los ojos de una chica que tenía a mi lado mirándome, pálida e igual de extrañada que yo. Quién era y dónde estaba era lo primero que quería saber, pero mis palabras fueron interrumpidas por los gritos de dos chicos, los cuales estaban al borde de llegar a los golpes, discutían acaloradamente, pero con miedo como yo, como la chica que estaba junto a mí.
—Mira quien se ha despertado por fin.
—¡Tú! Si no han sido este par de idiotas has tenido que ser tú, sácame de aquí, que tú no sabes con quién te estás metiendo.
—¿Pero tú te escuchas? Mírala, si está igual de asustada que la otra, y está aquí igual que nosotros, ¿un secuestrador haría eso?
En cuanto dijo la palabra secuestrador la chica a mi lado rompió a llorar y por la hinchazón de sus ojos podía asegurar que no era la primera vez en el día de hoy, volvieron a discutir, gritos cada vez más fuertes, sollozos más cerca de mí, que no me dejaban ni escuchar mis pensamientos.
—Callaros… — Dije casi sin voz, sin respuesta—. ¡Callaros! — Grité desesperada por la situación.
Me miraron esperando que volviera a hablar, pero la verdad es que no iba a decir nada, ya que lo único que necesitaba era silencio para convencerme a mí misma que esto era un sueño, no pasó, no me desperté. El chico que me había defendido ante las acusaciones del otro, suspiro, se sentó al lado mío y empezó a hablar.
—Me llamo Samuel, no conozco a ninguno y no tengo ni puta idea de donde estamos.
Le siguió el otro chico quien nos miraba por encima del hombro, desconfiaba de nosotros y no lo voy a negar, yo también.
—Mi nombre es Raúl, mi familia es una de las más poderosas de …
—No me interesa ni tu familia ni tu dinero. —No era una situación para la que me restrieguen por la cara ni un apellido ni el dinero que tenía. Me miró sin decir nada, se cruzó de brazos y se giró, mostrando desinterés en lo que yo diría ahora, supongo que me tocaba.
—Pues a ver, me llamo Hebe, no os conozco. — Trague saliva sintiendo la seriedad de mis palabras—. Y no sé dónde estamos…
—¡Vamos a morir! —Gritó la otra chica desesperada por la situación.
—Por favor tranquilízate, si nos conocemos y nos ayudamos a lo mejor tenemos una oportunidad de salir. ¿Cómo te llamas? —Dije mientras le limpiaba las lágrimas de la mejilla.
—Sonia.
—Bien pues una vez presentados como mierda vamos a salir de aquí, no hay ni puerta».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Malas Artes y Evelyn Nicole Romero Oyaque os lo agradeceremos.