Una mañana, mientras disfruta de su jubilación en el Paseo Marítimo de Castelldefels, Antoine escucha hablar del «crimen perfecto» en la radio. Obsesionado con la novela negra decide ponerlo en práctica envenenando a un mendigo con anticongelante y polvo de vidrio. El éxito y la adrenalina hacen que continúe sumando asesinatos de todo tipo —atropellos, ahogamientos, decapitaciones, incendios, electrocuciones...— hasta alcanzar el Top Ten de asesinos en serie en España. Pero no está del todo satisfecho porque nadie conoce sus andanzas; así que decide contactar con una periodista para que narre su historia. Atrapada en una vida complicada, Roser no tiene más remedio que ponerse a escribir la biografía de este serial killer jubilado.
La novela se desarrolla en la localidad costera de Castelldefels, en la actualidad (en un momento anterior a la pandemia), durante algo más de un año. El protagonista recorre para cometer sus crímenes otros lugares de Cataluña: estaciones de esquí en Baqueira Beret, garitos en Sitges, el metro de Barcelona, puticlubs en La Junquera, decampados en Sant Adrià de Besòs, la playa de Castefa ...
Víctima del crimen perfecto incorpora constantes alusiones a autores, personajes y obras en un homenaje al Género Negro (Pepe Carvalho, el asesino del Zodiaco, Ripley, De Quincey, Lemaitre...).
José (Pepe) Martínez Carrascosa nace en el madrileño barrio de Prosperidad en 1968. Licenciado en Ciencias de la Información en la Complutense, lleva ejerciendo el periodismo desde hace más de treinta años; ha trabajado en diversos medios de comunicación —como Antena 3 de Radio o el diario Marca— aunque su carrera profesional se ha desarrollado, sobre todo, en el ámbito de los gabinetes de prensa y la comunicación empresarial. En la actualidad, trabaja en la revista Escritura Pública.
Como autor, Víctima del crimen perfecto es su primera novela; anteriormente había escrito diversos cuentos, uno de ellos «El hijo del fariseo» quedó finalista en el certamen literario de relato corto del Canal de Isabel II.
«La idea del crimen perfecto es un tema recurrente en las novelas negras que lee constantemente Antoine. El protagonista de Víctima del crimen perfecto decide asesinar a completos desconocidos para que nadie sospeche de él. Su modus operandi se va perfeccionando (envenenamientos, atropellos, tatuajes letales, intoxicaciones, ahogamientos, electrocuciones, abrasamientos...) hasta convertirse en una obsesión por alcanzar el número de víctimas del top ten de asesinos en serie españoles (Arropiero, Sacamantecas, el asesino de la baraja, el celador de Olot...). Sin embargo, no se siente reconocido: nadie conoce sus hazañas».
«El verdadero crimen perfecto es el que no tiene móvil. Un buen ejemplo es la novela "El mandarín" de Eça de Queirós. En ella, un lisboeta —instigado por el diablo— tocaba una campanilla y mágicamente provocaba la muerte de un noble en China para poder heredar su fortuna. Ni asesino ni víctima se conocían, y además estaban a miles de kilómetros. Pero hoy en día, con el Big Data se cruzan todas las informaciones de lo que hacemos y es imposible para un asesino ocultar su relación con la víctima: el crimen perfecto cada vez es más difícil.
Antoine frenó en seco su footing mañanero. Desde hacía tiempo escuchaba un podcast sobre novela negra mientras corría por el Paseo Marítimo de Castelldefels. Un escritor especializado en el género policíaco solía invitar a especialistas en distintas materias para hablar de crímenes desde una perspectiva profesional: toxicólogos, psiquiatras, forenses, periodistas de sucesos, policías, delincuentes... Le hacía compañía, aunque a veces no prestaba mucha atención y, en ocasiones, se daba cuenta que llevaba minutos sin enterarse de lo que hablaban. Pero lo que escuchó esa mañana soleada de marzo se le quedó en la cabeza.
Es cierto —caviló, mientras hacía estiramientos—. Si matas a alguien que no conoces y ajeno a tu entorno, una persona con la que nadie te puede relacionar, es imposible que den contigo. Si matas a tu jefe, tu cuñado, tu vecino, a tu ligue... date por jodido, serás el sospechoso número uno y de los primeros a los que van a interrogar. La clave está en alejarse del círculo de la víctima lo más posible o incluso estar fuera de ese círculo (sin venir a cuento, recordó esa popular teoría que afirma que todo el mundo está a seis grados de separación del actor Kevin Bacon). La cosa está en no tener conexión alguna con el muerto».
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y José Martínez Carrascosa os lo agradeceremos.