Colaborando en esta campaña preventa recibirás el libro en casa antes de que entre en circulación, para que esto sea posible nos hemos propuesto alcanzar en torno a 40 reservas, para iniciar los procesos de edición justo después de finalizar la campaña; en un plazo de unos meses.
Una mujer que declara en comisaría, un soldado en las horas previas al desembarco de Normandía, un abuelo que se las ingenia para que su nieto no le olvide, un paciente que recibe un diagnóstico terminal o un asesino metódico, pero demasiado empático, son algunos de los personajes que habitan las páginas de Voces y Vidas, formando un conjunto diverso, complejo e inolvidable.
Voces y Vidas abarca 27 relatos breves, independientes, conectados por una mirada lúcida y compasiva, entreverados de ternura, ironía, perplejidad y, a veces, una carcajada. Lo cotidiano se quiebra para revelar lo oculto, lo absurdo, lo triste, lo injusto o lo hermoso.
Una experiencia de lectura intensa, ágil, sugerente, a menudo incómoda, nunca gratuita. Cada historia es una pequeña bomba emocional de espoleta corta.
Ignacio Pío Galdos (Donostia,1973) es licenciado en Derecho y trabaja en el sector de la digitalización empresarial. Lector voraz desde niño, combina su vocación literaria con la pasión por el deporte, la música, el cine, la filosofía y el pensamiento crítico. Voces y Vidas es su segunda incursión editorial, tras Vida y Maratón, Maratón y Vida, ensayo en el que reflexiona sobre los aprendizajes útiles para la vida que le brinda su experiencia como corredor de maratones. Su estilo es directo, económico, con momentos de humor punzante y hondura emocional, con ecos de autores como Baroja, Poe, Maupassant, Tolstoi, Chesterton, Dickens, Dahl, Marías, o Carver. Rehuyendo los artificios, busca la claridad y apuesta por la potencia de las ideas y la emoción, proporcionando una lectura amena y ágil, a la par que profunda y sugerente.
«Voces y Vidas no pretende aleccionarte ni imponerte verdades. Solo compartir contigo miradas sobre la vida, la infancia, la vejez, la muerte, el amor, el miedo, la rutina, la esperanza o el deseo. Temas eternos en nuestra existencia.
Quizá conozcas personajes que te recuerden a alguien. O ideas que te incomoden. O palabras que te resuenen como si fueran tuyas. O nuevas perspectivas sobre cuestiones que con frecuencia se asumen sin cuestionamiento, y tal vez lo merezcan.
Voces y Vidas es un puñado de relatos que, sin solemnidad, llegan. Llegan hondo. Solo con asomarte a una sola página, estarás dentro. Acercándote a visiones que te acompañarán durante mucho tiempo.
Y, como complemento al texto, encontrarás una Playlist con 27 canciones, aportando fondo musical a cada relato.
¿Vienes?»
«Sí, gracias, un vaso de agua. No, no, café no quiero. Gracias, ahora me siento mejor. Perdone.
No es la primera vez, ha habido muchas, desde hace mucho tiempo. Una vez terminé en el hospital. No, no dije nada. Bueno, sí, que me había resbalado. Por eso tengo la nariz un poco torcida, ¿ve?
Ya se lo he explicado a sus compañeros, han sido muy amables. ¿Dónde está? No es que me preocupe, pero me gustaría saber qué va a pasar con él.
Sí, sí, estoy bien, no tengo nada. Esta vez, no. Ha sido solo una discusión. Sí, me ha gritado, siempre grita mucho, supongo que por eso los vecinos han avisado. Me grita muchas veces, últimamente está muy enfadado.
Es que yo no valgo mucho, ¿sabe? No pude estudiar, no entiendo bien algunas cosas. Por ejemplo, de dinero. Él lo maneja todo y me da lo que necesito. Para la compra, y esas cosas. Que no te hace falta pensar, me dice, ya me ocupo yo, ya sabes que pensar no es lo tuyo y es mejor que yo te organice, lo hago por tu bien.
No, solo he estado con él, fuimos novios y luego nos casamos. Todavía estábamos en el pueblo. Él es mucho más listo que yo, siempre sabe lo que hay que hacer. Yo, casi nunca sé qué decir, me quedo callada, tengo miedo a decir una tontería y que se ría de mí, por eso suelo hablar poco. Es mejor.
Que lo hago por tu bien, ya lo sabes, me dice siempre. ¿Que qué dice mi familia? Bueno, no sé, hace mucho que no les veo, que no hablo con ellos. Años. Él en seguida empezó a decirme que no debíamos tener tratos con ellos, que mis hermanos son malas personas, y mis padres, muy influidos por ellos. Que todos le tienen envidia y no le pueden ver. Sí, sí, eso es verdad, tiene razón, ellos no le quieren, nunca le han querido, ¿saben? Mi madre siempre me dijo que estaba haciendo una locura, que él no me convenía. Cuando se lo dije se enfadó mucho, gritó que mi madre es una bruja y que yo soy como ella. Ese día me pegó una bofetada, sangré de la nariz. Creo que fue la primera vez.
No. Amigas ya no tengo. No eran buena influencia, también me lo explicó. Que esas fulanas mejor estarían en sus casas, con sus maridos, que cotilleando y perdiendo el tiempo, si no algo peor, por ahí. Las dejé de ver. Al principio, me llamaban, que si me pasaba algo, que si estaba bien. Yo les decía que andaba pachucha, que ese día no podía verlas. Cualquier excusa. Hasta que un día él se puso al teléfono, insultó a Ana, y le dijo que no llamara nunca más. Si, el fijo de casa, móvil no tengo. No me hace falta para nada, me dijo un día que le pregunté por qué no me compraba uno.
Hace años que no hablo con ellas y, la vez que me he cruzado con alguna en la calle, en el supermercado, donde sea, me escapo, no quiero hablar. No quiero líos. Casi nunca salgo sola, siempre con él. Únicamente a hacer la compra, cosas así. Veo mucho la tele.
Sí, a veces me aburro. Una vez vi un anuncio, un papel en una tienda, se ofrecía trabajo a una mujer de mi edad, para cuidar a una persona mayor. Apunté el teléfono, de verdad que me apetecía, en el papel ponía la dirección, era cerca, en el barrio.»
Por otro lado, independientemente de que colaboréis realizando vuestra reserva o no, en ocasiones no se puede, sería una inestimable ayuda que os hicieseis eco de esta campaña a través del boca-oreja o por redes sociales... la Cultura, Distrito 93 y Ignacio Pío Galdos os lo agradeceremos.