Ofreceremos un espacio educativo alternativo, donde el principal objetivo es conseguir que nuestras hijas e hijos aprendan a ser ciudadanos responsables y felices. Dispondremos de “un entorno acogedor e intelectual y emocionalmente estimulante en el que todo tipo de alumnado y profesorado encuentre un lugar para aprender” (Hernández, F. y Sancho, J., 2004:24.).
A través de las Artes como herramientas transversales, las materias del currículum se convierten en Proyectos, adecuados a los intereses del alumnado, lo que estimula sus deseos naturales de conocimiento. Al igual que la Educación Física les servirá para conocer su cuerpo, cuidarlo y disfrutar de él, la Educación Plástica les ayuda a comprender las imágenes que los rodean, para poder disfrutarlas, seleccionarlas, y no dejarse engañar por las modas y la publicidad. Las Ciencias y la Filosofía aportan el modelo teórico-científico, los Lenguajes permiten la transmisión de las culturas y del conocimiento, y las disciplinas se interrelacionan de manera fluida, permitiendo y motivando el aprendizaje significativo de todos los miembros de la comunidad escolar. Pues en un centro como el nuestro, aprendemos tod@s de tod@s.
Las aulas no son tradicionales, no hay pupitres alineados ni tarima para el profesorado. El aprendizaje se produce en todos los espacios, a cualquier hora, en solitario o en grupo, siguiendo el ritmo de cada persona, y sobre todo, su centro de interés. Los grupos son variados, no hay clasificación por edades ni por sexos.
Las sesiones se organizan como proyectos de duración variable, donde entran en juego todas las materias del currículum. Para llevar a cabo un proyecto, se lee, se habla, se canta, se baila, se calcula, se pesa, se piensa, se dibuja, se busca y se selecciona la información necesaria, se construye, se ejercita el cuerpo, otros idiomas, etc etc etc. En definitiva, el aprendizaje es vivencial y no se olvida fácilmente.