Introducción
Hace 15 años, la Agrupación Naturalista ESPARVEL compró y habilitó como primillar una antigua majada conocida como La Hoya de Linares, en el término municipal de Villacañas (Toledo). Con el tiempo, aquella actuación dio lugar a una de las principales colonias de cernícalo primilla de Castilla-La Mancha, llegando a alcanzar una ocupación de 70-80 parejas.
El cernícalo primilla es una pequeña rapaz migratoria de tonos castaños y pajizos, y de costumbres muy gregarias. Tanto es así que anida en colonias que pueden contener de unas pocas a decenas de parejas. Tras pasar el invierno en África al sur del Sahara, los primeros ejemplares comienzan a llegar a sus colonias de cría en la península Ibérica a lo largo del mes de febrero y, casi inmediatamente, comienzan el cortejo.
Durante su estancia en la colonia, la majada cobra vida, no solo por la presencia de numerosas aves, sino también por el ambiente sonoro que las rodea. Poco después de amanecer, los cernícalos comienzan a sobrevolar la colonia emitiendo unos reclamos fuertes y repetitivos. La actividad es después continua y frenética, tanto en los tejados donde anidan como en los campos de los alrededores, donde se dedican a capturar langostas y otros grandes insectos, resultando enormemente beneficiosa su acción para las cosechas.
Finalizada la reproducción, allá por el mes de junio, las aves se mueven en masa a zonas distantes con alta concentración de ortópteros y otras presas potenciales. Estas zonas de alimentación y dispersión posreproductora pueden localizarse a cientos de kilómetros, curiosamente muchas veces en áreas mucho más septentrionales de las que eligen para nidificar. Desde allí emprenden el regreso a sus cuarteles africanos a finales de verano.
A pesar de ser muy beneficiosa para el campo (desde el punto de vista de los intereses humanos) es una especie amenazada, que ha desaparecido de grandes zonas de nuestro país, principalmente debido a la carencia de sitios adecuados para anidar. Es por ello que una de las principales acciones que se realizan para su conservación consiste en la construcción y rehabilitación de viejos edificios para proporcionar oquedades apropiadas para que hagan su puesta. En Castilla-La Mancha está catalogada como especie amenazada en la categoría de Vulnerable.
La Majada de La Hoya de Linares
Agotados los recursos con los que se contó en su día para la recuperación de la majada, nos encontramos hoy con una situación en la que el deterioro de los tejados y la pérdida de numerosas cajas-nido por vandalismo o simplemente por el uso que de ellas hacen los cernícalos temporada tras temporada, amenaza la continuidad de la colonia. Tanto es así, que la temporada de cría de 2015 se censaron del orden de 50 parejas reproductoras, un nivel sensiblemente inferior al de años anteriores.
Se hace, por tanto, imperiosa la necesidad de acometer distintos arreglos, construir nuevas cajas para reemplazar las que estén inservibles, limpiar el entorno, cubrir algunos tejados con teja, arreglar algunas paredes y sellar algunas cimentaciones para evitar que se sigan deteriorando las estructuras. Todas estas obras son viables con pequeñas aportaciones de dinero pero siempre y cuando dichos aportes se obtengan de forma regular y periódica. Es por ello que la Agrupación Naturalista ESPARVEL y la empresa especializada en desarrollo ecoturístico DABOECIA Arte y Naturaleza han firmado un convenio para poner en marcha un interesante proyecto que tiene por objetivo crear un medio de autofinanciación estable y duradero para el mantenimiento de la majada.
La fotografía de naturaleza como modelo de conservación y desarrollo sostenible
En los últimos años, se ha producido en nuestro país un auténtico boom de la fotografía de naturaleza, con un incremento constante del número de aficionados y una demanda creciente de destinos para poder disfrutar de esta afición. Es en este contexto que pretendemos utilizar un hide (escondite) de fotografía como fórmula para generar recursos.
Los hides en colonias de cernícalo primilla no son una novedad en nuestro país aunque sí son un recurso muy localizado y escaso. Siendo una especie habituada a los entornos humanizados, tolera perfectamente la presencia de un hide en las inmediaciones de la colonia, en especial si su manejo se hace de forma controlada con un cumplimiento estricto de los horarios de uso (entrada al hide antes del amanecer y antes del inicio de la actividad en la colonia, salida a mediodía aprovechando horas de inactividad o cuando los adultos están cazando en zonas apartadas de la colonia; salida rápida del hide asistida por un guía) limitando así al máximo las posibles molestias para las aves.
En este caso, pretendemos instalar un hide elevado a unos 2 m del suelo. El hide será una caseta de madera provista de cristal-espejo, un tipo de estructura que permite una total comodidad de visión y libertad de movimientos al fotógrafo, al mismo tiempo que ofrece absoluta cobertura al observador, cuya presencia pasa completamente desapercibida para las aves.
De este modo, el fotógrafo tendrá la posibilidad de fotografiar a placer una de las mayores colonias de cernícalos de nuestro país de una forma controlada, con la absoluta garantía de que su presencia no ocasiona perturbaciones a las aves durante el periodo de cría. Para hacer uso del escondite, el fotógrafo tendrá que pagar una tarifa por sesión establecida en 85 €, cantidad acorde con las tarifas de mercado habituales en nuestro país para el uso de este tipo de recurso. De esta cantidad, un 10% irá de forma íntegra a ESPARVEL en concepto de donación, asumiendo esta organización el compromiso de invertir los fondos recaudados a final de temporada de forma íntegra en la recuperación de la majada. De este modo, el fotógrafo puede tener la seguridad de que al hacer uso del escondite está colaborando en la mejora y conservación de la colonia.
En esta imagen se muestra un hide instalado en una torre a una altura aprocimada de 4 m. Para el caso de la majada de la Hoya de Linares no será necesario elevar tanto el escondite, bastando una plataforma situada a unos 2 m del suelo. La perspectiva y la experiencia desde el hide será absolutamente fantástica, con las aves evolucionando sobre el tejado a la altura de los ojos del observador.