SINOPSIS. Una maldita casualidad.
PEDRO CONDE GARCIA
¿Quién mató a Alejandro Arespacochaga?, ¿qué organización estaba detrás de los secuestros que mantenían a Madrid en jaque? Da lo mismo: siempre nos servirán culpables convenientes; siempre elegiremos el canal de más audiencia.
Eso lo sabe Benítez, el comisario concienzudo; Patiño, el militar que prefiere la acción a los recuerdos, y Zamacola, un ejecutivo al que repentinamente le duele su memoria. Un extraño asesinato que conviene tapar y unos secuestros exprés que nadie se explica van a quedar enrarecidos por los intereses de la prensa y una opinión pública voraz, por los negocios militares, por la guerra sucia contra el terrorismo islámico... Todo contribuirá a un desenlace políticamente correcto, el adecuado.
La infidelidad, la amistad, la sombra del pasado, los prejuicios, la maternidad... y una pregunta: ¿Un joven con síndrome down, sobradamente preparado, puede abanderar una disparatada utopía? Ni aun encajando todas las piezas puede tratarse más que de una maldita casualidad.
BIOGRAFIA
Nacido en el Madrid de 1963, inicia sus andanzas a los diez años, yéndose a estudiar a Valencia. Ha residido, además de en Madrid y Valencia, en Huelva, en Palma de Mallorca, en Barcelona... En los trasbordos, estudiaba, escribía... y amaba.
Polítólogo de formación y padre, esforzado como los de su generación, ganó su primer certamen literario en Alcalá de Henares, a los 16 años, con “Sueños ferroviarios”.
“Una maldita casualidad” la escribe en 1999 dando origen a la saga del comisario Benítez. Y sí, lo reconoce, el confinamiento le ha ayudado a poner orden en muchas de sus asignaturas pendientes.
Presente en colectivas de poesía, prologuista, insinuado en diarios y otras publicaciones, pensó que había llegado el momento de asomar su voz... La amistad de algunos ha tenido mucha culpa.