MALDITA OBSESIÓN

SINOPSIS

CLAUDIO RUIZ CORTÁZAR, un barcelonés nacido a finales de los años cuarenta, es un cincuentón soltero, multimillonario y borracho, periodista de oficio y atracador de bancos ocasional por el imposible amor de una mujer idealizada y bellísima: SUSANA DELGADO ORTIZ. Por ella, es capaz de matar y de morir matando. Hijo de un golfo vividor y de una santa muy adinerada, quedó huérfano de niño. Heredero de una considerable fortuna, la vida y las circunstancias le pusieron en manos de un tutor sin escrúpulos, un auténtico chupasangre.

Pese a todo, sobrevivieron él y buena parte de su herencia. Cursó Periodismo en la Universidad de Navarra. Recorrió el mundo. Vivió a lo grande. Desde hace años, trabaja en Tribuna Verde, un diario de izquierdas y ecologista de Barcelona, donde escribe lo que le da la gana. Parece un tipo responsable y tranquilo. En realidad, es ingobernable, muy independiente y egocéntrico. Nadie le imagina capaz de simultanear su oficio con el de Bonnie and Clyde y otros forajidos del oeste. Pero el amor, el desamor y el despecho le empujan a beber más de la cuenta y a perpetrar atracos bancarios con la osadía propia de un profesional de la delincuencia. No es viejo aún, pero se sabe acabado, porque ELLA le ha despreciado y, para más inri, le ha traicionado con el director de su periódico… Toma, con la frialdad de un psicópata, una tremenda decisión, la última de su zigzagueante existencia, como si la muerte de los demás y la propia defunción lo solucionasen todo.

CLAUDIO es, en el fondo, un ser atormentado por la vida. Podría ser más o menos feliz, porque es inteligente y no carece de dinero. Tampoco es feo o enfermizo. Podría haberlo compartido todo con una mujer normal y alcanzable, hecha a su medida, pero su obsesión por SUSANA, prototipo de la mujer fatal, le destroza el corazón y le obnubila. El amor y el desamor, máxime si median el despecho y los celos, viajan con frecuencia de la mano.

BIOGRAFIA

Me llamo Eugenio Landa del Campo. Soy vasco, hijo de padre guipuzcoano y madre alavesa, afincado en Barcelona desde los 25 años, en cuya Universidad Autónoma cursé Ciencias de la Información (Periodismo). Previamente, había estudiado filosofía en distintos centros del País Vasco y de Navarra. Soy, si mi DNI no miente y mi ADN no engaña, un joven/viejo de 76 años, física y mentalmente en forma, dicho sea sin ínfulas de Superman. La edad es un hecho incontrovertible, pero manda el cerebro, motor bien engrasado e inamovible. Escribo, sin interrupción, desde hace más de medio siglo, un diario manuscrito (más de 20.000 páginas) y, desde hace un lustro, otro digital. He publicado 4 novelas y escrito bastantes más, aparte de numerosos cuentos y algo de poesía y teatro. Además, claro está, he firmado innumerables artículos y entrevistas. Para mí, escribir es respirar; respirar es escribir. No concibo mi vida al margen de la escritura.

Firmo todos mis escritos como EUGENIO LANDA