Hace algo más de seis años, el lápiz con el que trazábamos lo cotidiano quedó olvidado en un cajón cualquiera. Nuestra hija Sara llegaba a este mundo acompañada de una parálisis cerebral discinética. Comenzó en ese momento una aventura a la que poco después se incorporaría Martín; elemento necesario para dotar de sentido y perspectiva a un punto de vista muy parcial hasta ese momento.
Hoy hemos conseguido recuperar aquel mismo lápiz para ilustrar y escribir “Sara y las magdalenas mágicas”. Sin embargo, nosotros ya no somos los mismos. Cambió nuestra sensibilidad, nuestro orden de prioridades, nuestra forma de interpretar la realidad. Y de esta nueva mirada surge un relato infantil que muestra cómo los sueños, con perseverancia e ilusión, pueden hacerse realidad de la manera más insospechada. Para ello nos servimos de dos hermanos como protagonistas. Sara, inteligente y pícara; Martín, disciplinado e inocente. Siendo tan iguales y tan diferentes, ambos comparten un deseo común: cocinar las magdalenas mágicas que cambien de color. Y aunque pueda parecer que se trate de una historia cualquiera, realmente es la nuestra propia. Buena parte de lo vivido en todo este tiempo. Lo que hay de nosotros mismos.
Pero no únicamente eso. “Sara y las magdalenas mágicas” pretende dar voz a un colectivo de personas silenciado la mayoría de las veces. Más dependiente de héroes anónimos - que por vocación o proyecto personal puntualmente se cruzan en sus caminos - que de estrategias bien planificadas. Creemos en una sociedad que se escriba con S mayúscula. Una Sociedad con voluntad de considerar a sus “diferentes” como iguales. Y para que esto sea posible mañana, debe empezarse a trabajar hoy. Y qué mejor modo de hacerlo que comenzando por el principio. Los niños, con quienes si no.
Nuestra propuesta en seis palabras: Literatura inclusiva para una Sociedad inclusiva.
Que lo disfruten.