El nuevo concejal de Seguridad de un importante municipio de Madrid recibe un disparo amortiguado por el ruido de los fuegos artificiales, muchos frentes se abren ante el inspector al mando de la investigación, que tendrá que decidir entre las distintas esferas de su ambiente, en donde nada debe dar por sentado y en donde todas las vías de investigación parecen cerrarse a su paso.
Tandaia es una editorial con voluntad de cambio, de publicar obras poco convencionales pero de indudable calidad, con nuevas y refrescantes ideas como es el emplear una campaña preventa para promocionar cada título cuando esta todavía se encuentra en proceso de edición.
De este modo eres tú, ahora que te estás planteando cómo colaborar, el que decide si la obra que te presentamos verá la luz pasando a formar parte de nuestro catálogo... porque consideramos al lector parte fundamental del proceso.
Hoy os presentamos a Margarán.
Nació en Madrid en 1964, lector de novela negra, casi en exclusiva, con la excepción de las obras de Pérez Reverte, Diplomado en Criminología y en Dirección de Seguridad, funcionario de Policía desde el año 1993. Poco aferrado a los clásicos, aunque lector, por supuesto, de Montalbán, encuentra su inspiración en autores como Aro Sainz de la Maza, Dolores Redondo, Sáenz de Urturi, Alicia Giménez Bartlett, sin ninguna duda los nórdicos y, sobre todo y por encima de todo, Lorenzo Silva. Intenta hacerse un hueco en el mundo de la literatura negra, siendo finalista de numerosos certámenes.
«Cuando me dijeron que explicara brevemente los motivos por los que se debe leer mi obra pensé que era una ardua tarea;—ni yo mismo lo sé— pensé para mí. Luego, poco a poco, empecé a entrever que la obra tiene su encanto, su búsqueda de la verdad, su enigma oculto, su verdad científica, pero aun así me dije «pues como todas las obras policiacas, qué menos ¿no?». Y, efectivamente, tiene todos los parámetros que envuelven a la literatura policiaca, crimen, pasiones desatadas, luchas de poder, en fin, todo aquello que hace que esta obra se enmarque en un tipo concreto de literatura.
Si a eso le añadimos que estamos ante mi primer libro, mi primera publicación ante el gran público, existe un plus de expectación, imaginemos que acabo siendo un escritor de reconocido prestigio y el lector de esta primera obra pueda esgrimir el ya famoso "yo estuve allí", "yo leí su primera obra", "yo me beneficié del ingenio de sus inicios", "yo me cuento estre sus seguidores desde el principio"».
Y por aquí una muestra de lo que encontraréis en sus páginas:
«Hacía tiempo que no visitaba al Dr. Muerte. Así llamaba el inspector al forense encargado de las autopsias, nombre que venía al pelo y, por otra parte, un típico tópico.
—Buenos días, doctor ¿qué me puede decir de la muerte del concejal? —le espetó directamente el inspector, que sabía que no le gustaban las presentaciones excesivamente largas ni la propensión de las personas a andarse por las ramas.
—Bastante poco puedo decir de momento —le contestó el forense—, salvo que falleció ayer por la noche, alrededor de las doce, de un disparo a bocajarro por la parte trasera de la cabeza, a la altura del hueso parietal, con trayectoria descendente, de pequeño calibre, un 22 quizá, sin orificio de salida, lo que quiere decir que el proyectil aún sigue alojado en el interior de la cabeza, probablemente a la altura de la mandíbula pero, hasta que no haga una radiografía y busque la forma de extraerlo, no puedo decir más.
No se lo podía creer, una investigación de una muerte por lo que parecía un infarto, se acababa de complicar soberanamente, no estaba ante una muerte accidental, estaba ante un homicidio, si no se transmutaba en asesinato; “¡menuda mierda!”, pensó.
—Muchas gracias, doctor, me acaba de joder la mañana pero le agradezco su sinceridad, estoy mucho peor que antes de venir, gracias.
—Siempre es un placer complicarle la vida a la Policía —contestó el forense divertido.
Cuando salió a la calle no tenía claros lo pasos a seguir. Bueno, sí tenía claros los pasos, pero no tenia claro que quisiera seguirlos. A ver, recapitulando, tenía un concejal de Seguridad de un pueblo de renombre asesinado de un disparo en la cabeza y por delante toda una investigación, que se presumía complicada, ¿qué podía salir mal?».
Sabemos que son tiempos difíciles, también nosotros los sufrimos, y es posible que no te encuentres en disposición de apoyarnos con tu mecenazgo en estos momentos... pero esperamos que si esto te ha llegado al alma, incluso si tal vez conoces en persona al autor, trates de difundir esta campaña (facebook, twitter, blogger, boca-oreja... ) para que alcancemos nuestra meta y Margarán vea publicada su obra.