Cuatro generaciones de los Díaz han vivido y han muerto en esa casa de pueblo en Cuba. Cuatro generaciones que permanecen allí, indisolublemente ligadas a las paredes, el techo y el tiempo. Sus historias, sus vidas han sido un círculo vicioso de incomprensión y desamores. Aimara vuelve, y quiere cambiarlo todo, renovar la casa y a la vez su vida. Ella cree que su pasado evidencia que es una Díaz, pero al contrario de los demás, quiere romper la rueda del estigma de sus antepasados. Y está segura de que Magdalena es el último vínculo que une el alma de la casa con el pasado, que es decir el fracaso mismo. No puede acabar con una sin destruir a la otra. ¿Hasta dónde está dispuesta a llegar?
Tandaia es una editorial con voluntad de cambio, de publicar obras poco convencionales pero de indudable calidad, con nuevas y refrescantes ideas como es el emplear una campaña preventa para promocionar cada título cuando esta todavía se encuentra en proceso de edición.
De este modo eres tú, ahora que te estás planteando cómo colaborar, el que decide si la obra que te presentamos verá la luz pasando a formar parte de nuestro catálogo... porque consideramos al lector parte fundamental del proceso.
Hoy te presentamos a Dayana Abreu Yanes.
Soy cubana, nací en 1987, estudié Contabilidad y Finanzas. Algunos de mis autores preferidos son Horacio Quiroga, Patricia Esteban Erlés y Mario Benedetti. De adolescente escribía novelas a lápiz y las repartía entre mis amigos y familiares, los cuales me aseguraban que eran muy buenas. Cuando en realidad, los que eran buenos eran ellos. Afortunadamente, las hice arder cuando salí de Cuba.
Actualmente vivo en Barcelona y trabajo de administrativa. Los personajes son como esa gente que te cuenta su vida, muchas veces sin haberte dicho antes los buenos días. Me sorprenden en cualquier momento, algunos muy inoportunos. Yo prometo terminar su historia, si me dejan terminar lo que estoy haciendo, así los dos nos quedamos en paz.
«¿Por qué deberían comprar mi novela?
Pues sólo se me ocurre una razón: que nos den a mis personajes y a mí una oportunidad».
Y por aquí una muestra de lo que encontraréis en sus páginas:
«—La cena se sirve a las ocho, los que no comen también vienen —dice Magdalena a su sobrina nieta apretándole el brazo.
“Cállate, vieja estúpida, los fantasmas no existen”, le grita Aimara en un mundo paralelo donde no necesita de ella. En este, sonríe como una idiota. Mira el techo hasta que sus ojos se quedan en blanco y se resigna a la presión que ejerce la anciana. Es muy fuerte para sus setenta y ocho años.
A la joven le repugna que Magdalena la toque. No le gustan los viejos, lentos y chochos. Le parece que la piel áspera de la anciana puede desprenderse y quedársele pegada. Disimula lo mejor que puede, pero cuando la anciana la suelta, se sacude —teniendo cuidado de que no la descubra— intentando deshacerse de los restos de células muertas. Lo peor son las tardes en que Magdalena insiste en pasear por el patio cogida de su brazo.
Aimara le llama Magda, piensa que Magdalena es un nombre demasiado dramático. Y la joven trata de alejar el drama de su vida, está segura de que a sus veintinueve años ya ha tenido bastante. Cree incluso que por dentro ha envejecido más que por fuera.
—La cena es una tregua entre los vivos y los muertos —insiste Magda mientras golpea el mantel con los garfios amarillos que tiene por uñas.
La joven suspira y bebe la sopa. Se alegra de tener algo caliente en el estómago. Se siente dichosa el breve instante en que la casa permanece en silencio.
(…)
“El espíritu de esta casa no es el de esos pobres infelices que ya se murieron y que ella no deja descansar en paz. El espíritu de esta casa es ella, que está más muerta que Amparo. Muerta en vida, muerta de asco y a la vez viva para joderme la existencia. Todo esto se acabará cuando se muera. Su corazón es débil”, se dice Aimara, esperanzada. Y luego se enfrenta a la realidad: “Pero su cuerpo es fuerte. Es fuerte como el dichoso Jacobo”».
Sabemos que son tiempos difíciles, también nosotros los sufrimos, y es posible que no te encuentres en disposición de apoyarnos con tu mecenazgo en estos momentos... pero esperamos que si esto te ha llegado al alma, incluso si tal vez conoces en persona al autor, trates de difundir esta campaña (facebook, twitter, blogger, boca-oreja... ) para que alcancemos nuestra meta y Dayana Abreu Yanes vea publicada su obra.