La máxima expresión de la Cultura On demand supone que el usuario no sólo elige lo que quiere consumir sino también aquello que quiere que se produzca.
Esta realidad es especialmente cierta en el caso de los videojuegos casual, que empiezan a ganar presencia en las plataformas de Crowd funding, verdaderas fábricas de propuestas lúdicas que, con un poco de ayuda por parte de los usuarios de la plataforma, pueden favorecer la comercialización de títulos que sean tanto del agrado de aficionados tradicionales del videojuego como también de los menos versados en el género.
Resulta interesante destacar que en los últimos cinco años el videojuego casual, conocido como aquél que va dirigido a un público “no hardcore”, ha adquirido una creciente cuota de mercado, sobre todo entre las aplicaciones para teléfonos móviles y las masificadas redes sociales.
A través de las plataformas de Crowd funding, se forjan los próximos videojuegos que buscan cosechar el éxito mundial de títulos como Angry Birds o Cut the rope.
En España pueden apreciarse ejemplos con un futuro prometedor como el proyecto White, de mano de talentosos desarrolladores españoles, que han utilizado el portal español Lánzanos como pistoletazo de salida en su búsqueda de financiación para un producto que aúna en una sola experiencia interactiva la fusión del espíritu clásico de los videojuegos con herramientas de diseño e infografía puntera.
¿Qué mensaje cabe para los futuros desarrolladores de videojuegos? ¿Es una plataforma de Crowd funding un entorno seguro para romper el hielo?
Desde luego no parece un comienzo imposible. Frente a otras alternativas de financiación que en una primera aproximación resultan descorazonadoras, como puede resultar la ayuda a través del Capital riesgo o el apoyo de un business angel, el Crowd funding se erige como una alternativa a considerar para iniciar la andadura en el desarrollo de un videojuego, pues coloca el proyecto en un escaparate ante un número singular de “ojeadores” y posibles contribuyentes del mismo.
Este modelo de negocio empieza a calar en la sociedad. Recientemente, se ha sabido que la “Securities and Exchange Commission” estadounidense (equivalente a Comisión del Mercado de Valores español) está estudiando la posibilidad de permitir que los usuarios de las plataformas estadounidenses puedan participar en los beneficios del proyecto financiado, a modo de verdaderas “inversiones”, hasta ahora prohibido en el mercado regulatorio.
Cierto es que en Europa este tipo de restricciones legales no son tan marcadas, y en el mercado audiovisual plataformas como la francesa Touscoprod, apuestan por un modelo de negocio en el que el usuario puede participar en los beneficios que genere la explotación comercial de una película.
Dentro de las ventajas que propiciaría la apertura de la inversión en el Crowd funding, la más obvia es la atracción a otro sector de usuarios con un perfil más próximo a la toma de iniciativas en la producción. Hablamos de un usuario que contribuiría sustancialmente a un proyecto que ya no recibiría una recompensa en forma de perk sino la posibilidad de intervenir en la toma de decisiones relacionadas con el proyecto, estrategias comerciales, modelos de explotación y, en último lugar una participación en los beneficios.
Tendremos que esperar a ver qué sucede en EEUU, pero el hecho de que se esté sometiendo a revisión esta cuestión con el fin de flexibilizar la entrada de inversiones en los proyectos, ya supone un reconocimiento al modelo rey de financiación de la cultura transmedia, en la que el videojuego ocupa un puesto de honor.
Artículo realizado por:
Daniel Pérez-Orive Pérez-Pedrero.
Abogado. Suarez de la Dehesa Abogados
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