Dos años han pasado desde que el crowdfunding, como concepto que hace alusión a una alternativa de financiación, aterrizara en España. Desde entonces hemos hecho mucho ruido. El crowdfunding se instaló en nuestro país de la mano de tres plataformas: Lánzanos, Verkami y Goteo, por orden de aparición. Dos años después el número de plataformas asciende a 65.
¿El crowdfunding funciona? Los datos que arroja el día a día de Lánzanos hablan de un crecimiento exponencial más que positivo y que bien es trasladable a otras grandes plataformas españolas. Lánzanos recibe al día una media de 10 proyectos que buscan financiación y estamos en una tasa de éxito en torno al 43%. Desde 2010, más de 220 proyectos se han financiado con éxito y el dinero recaudado supera los dos millones de euros.
Es decir, sí, funciona: podemos decir sin temor a equivocarnos que las personas están dispuestas a ayudar a otras personas a cumplir sus sueños. Con intención de que esta realidad se afiance como una actividad económica más, hace apenas unas semanas se constituyó la primera asociación de crowdfunding de España que engloba a un alto porcentaje de las plataformas nacionales, Asociación de Empresas de Crowdfunding de España, y que ya está en conversaciones con la administración del Estado para que el crowdfunding salga de una vez por todas de la alegalidad.
Y…voila ¡¡ya conocemos la primera reacción!! El secretario de Estado de Cultura, José María Lasalle, ha solicitado un informe sobre crowdfunding para finales de este año, con la intención de incluirlo en la nueva Ley de Mecenazgo.
Es una buena noticia en el sentido que, esperamos, la regulación incluya desgravaciones fiscales para las personas que apoyan proyectos, como ocurre en Estados Unidos. Esta es una de las grandes inquietudes de Lánzanos. Entendemos que la normativa también regularía las tasas y los porcentajes con los que operan las plataformas. Este punto es necesario en tanto que la competencia desleal comienza a ser un problema emergente. Establecerá, entendemos, los requisitos mínimos que deben reunir las personas que trabajan en este mercado y trabajará en pro de la escalabilidad de las plataformas.
Es cierto que, como plataforma, albergamos ciertas dudas sobre si se puede llamar mecenazgo al crowdfunding en general ya que abarca ciertas actividades que nos son concretamente mecenazgo, sin embargo, éste no pasa de ser un problema de nomenclatura fácilmente salvable.
Así que desde Lánzanos y la Asociación de Empresas de Crowdfunding de España no cejaremos en la lucha para que esta actividad tenga su merecido espacio dentro de la normativa española, sea cual fuere su nombre.
Marta Pizarro
@martahailie