Antonio de la Rosa
Lozoyuela, España
Siempre queriendo ir más allá de los límites, de lo establecido, huyendo de lo corriente, de lo fácil…
Este es Antonio de la Rosa, el Cali, el Rubio.
De padre madrileño y madre leonesa nace en Valladolid un 24 de junio de 1969.
Naciendo al lado del Pisuerga, era prácticamente imposible que el piragüismo no se cruzara en su vida, desde los 13 años y por un periodo de 15, se dedicó a ello casi con exclusividad, combinándolo un tiempo con el rugby.
Ya en Madrid aprueba la oposición a bombero de la Comunidad y empieza a alternar piragüismo y triatlón, hasta que en 1992, conoce una variante de éste en la que se incluye la piragua, el quadratlón, gana seis veces el campeonato de España, hace un tercer puesto el campeonato de Europa y un séptimo en el del mundo en 1994.
En este tiempo ya se han empezado a cocinar las grandes aventuras que han de venir. En 1996, participa en su primer raid, el Cross Aventura en Gran Canaria, este es el principio de su larga andadura en los raids de aventura, unos siete de media por año, tanto nacionales como internacionales del nivel de Galulouses o Ecochallenge, e incluso organiza 2 campeonatos del mundo de esta modalidad, y más de una docena de raids de la copa del mundo.
En 2003 da una vuelta de tuerca más y pide una excedencia en su puesto de trabajo, para dedicarse en cuerpo y alma a su pasión, los raids y nuevos retos deportivos y de aventura. Al mismo tiempo desarrolla su proyecto profesional, por un lado Meridiano Raid, en el que ofrece actividades de ocio en el medio natural, a niños y mayores, y por otro lado organiza eventos deportivos y de aventura.
Hablar de Antonio es hablar de su furgoneta, es grande, muy grande, entran todos y todo. Abres sus puertas y tras pensar un momento en el caos… te paras. Miras… Y descubres que todo está en orden. Su orden. Un sitio para cada cosa, siempre encontrará lo que necesita y si no, lo inventará. El caso es que todo funciona a la perfección, como si de una complicada maquinaria de reloj suizo se tratara, pero siempre con una sencillez abrumadora.
Nunca para y ahora en el centro de sus pensamientos, en su alma, está el que será el mayor reto de su vida:
Un doble reto de aventura en solitario