Somos Ruth y Nathan, ambos llegamos al yoga buscando una actividad física distinta a los deportes que practicábamos hasta ese momento. Pero más allá de la actividad física descubrimos una filosofía de vida. Nos formamos como profesores de yoga en el año 2012, cada uno en su lugar de residencia (Las Palmas y Barcelona), y desde entonces desarrollamos nuestra vocación con el objetivo de llevar al máximo número de personas el bienestar y los beneficios del yoga.
Nos conocimos en una posterior formación de Rocket Vinyasa en Barcelona con David Kyle en octubre del 2013.
Ampliando horizontes
¿Cómo todo comenzó?
Amaryyo, es una escuela de yoga creada en marzo de 2013 por Ruth, un proyecto familiar, iniciado con ilusión y amor formado con unos pocos alumnos que la seguían de otros lugares. A medida que el centro fue creciendo, se incorporaron nuevos profesores. Nathan, quien por "causalidades" de la vida llegó para sustituir la maternidad de Ruth, finalmente se quedó para formar parte indispensable de este proyecto. Hoy en día, el centro cuenta con una media de 60 alumnos y nuestra familia Amaryya sigue creciendo.
¿Quiénes somos?
Cada uno de nosotros llegó al yoga por una motivación distinta. En el caso de Ruth fue la muerte de su padre, quien falleció solo unas semanas después de haberle sido diagnosticado un cáncer. En un momento tan duro, la práctica le enseñó a sonreír de nuevo. Volvió a amar la vida de una forma consciente y en el presente y así fue como le surgió la inquietud de ayudar a otras personas a sobrellevar momentos dificiles y transmitirles a los demás este estado que el yoga te hace alcanzar: felicidad absoluta, con luz propia y calma interior.
Nathan empezó a practicar porque sufrió una lesión deportiva y le recomendaron el yoga como método terapéutico. Al igual que le ocurrió a Ruth, pronto dejó de ser sólo una actividad física. Se dio cuenta de que el yoga tenía la misma raíz que las filosofías que llevaba estudiando hace unos años.
¿Qué es Amaryyo?
Durante estos dos años y medio de vida, Amaryyo, se ha consolidado con un grupo de alumnos que acuden con regularidad a las clases. A parte de las clases impartidas en el centro, realizamos talleres específicos, así como retiros de yoga tanto en la isla de Gran Canaria como en otras islas del archipiélago.
Actualmente en Amaryyo enseñamos diferentes estilos: Asthanga, Rocket y variaciones de Vinyasas. Todas las prácticas se basan en un sistema de yoga dinámico, donde el pilar central es la sincronización de movimientos con respiración en la secuencia de posturas.
Son muchas las personas que coinciden en que el yoga ha cambiado sus vidas a través de la infinidad de beneficios que aporta. Se puede decir que aumenta el bienestar general de la persona, dividiendo sus principales beneficios en dos grupos:
- Plano físico: aumento de la fortaleza, tonificación muscular, resistencia, flexibilidad y energía; mejora de la circulación sanguínea y de la capacidad pulmonar, mejores hábitos posturales y eliminación de toxinas del organismo, etc.
- Plano mental: mayor concentración, equilibrio cuerpo-mente, estabilidad emocional, paz y calma interior, mejora la autoestima y la propia percepción de nuestro cuerpo, mejor descanso nocturno, etc.