Deporte en el que las federaciones regionales son nulas hacen que nos enfrentarnos a entrenar como un nadador, ser ciclista y atleta en el mismo tiempo con los gastos que esto conlleva.
Por un lado, tenemos el gasto de acceso a las instalaciones que cada disciplina por su naturaleza requiere. Piscina en natación, velódromo en ciclismo y pista de atletismo en la carrera a pie.
En una ligera idea, debemos contar con los materiales que se requiere para entrenar cada disciplina. En la natación, desde gafas, aletas, y palas, como en el ciclismo, zapatos, casco, equipaciones, y bicicletas (una de ruta y otra de triatlón ambas necesarias por la normativa de la Federación) mas su respectivo mantenimiento; y también zapatillas y todo el equipamiento de un corredor. Todo esto sin entrarnos muy a fondo en ninguna de ellas.
Por otro lado, tenemos; Gastos de nutrición especifica, suplementacion deportiva, control médico y masajes deportivos durante todo el año de preparación.
Si pensábamos que el mayor escollo había quedado atrás, hemos de contar con los desplazamientos, en esta ocasión Australia. Billetes de 22 horas de avión, en el que hemos de transportar todo el material citado anteriormente. Además habrá que llegar con tiempo suficiente para aclimatarse, "romper el jetlag" y poder estar en la mejor condición posible de cara a la competición. Una vez allí, asumida inscripción (500€ euros para esta competición) sumar estancia y dietas durante este tiempo.
Es en este momento donde toca sacar la calculadora, no será de lo más agradecido. La suma rondara los 8000 euros de presupuesto necesario para completar la temporada.
Nadie ha dicho que iba a ser fácil, pero desde mi reciente clasificación hasta el final me empleare a trabajar duro para conseguir culminar este sueño que tantos años me ha costado conseguir.
Muchísimas gracias a todos.