Cuesta explicar a un autor por qué escribe una obra, ya que éste jamás va a ser imparcial consigo mismo. Generalmente es una pérdida de tiempo.
No obstante, sí que puedo justificar cómo la he hecho. Desde muy niño, a la edad de 9 y 10 años ya devoraba aquellos pequeños libros, encuadernados en simples tapas de cartón que el ya desaparecido hace mucho tiempo diario EL SOL regalaba a sus lectores y que contenían temas históricos, relacionados con Egipto y el Próximo Oriente. Aquellas lecturas, en una época crucial para mí me hicieron soñar con aquellos tiempos, que se me antojaban mágicos y extraños, me empapé de su historia y mitología (aún hoy lo sigo haciendo) y creó en mí un poso incalculable que fue la primera idea que tuve a la hora de escribir las primeras líneas de la novela: trasladar ese mismo sentimiento al lector que las leyera. Trasladar un poco de esa magia que la antigüedad trae consigo, llevar al lector sin aviso previo a una época remota, antigua, casi inabarcable. Incluso la primera imagen de la novela le resultaría inconcebible en el Egipto actual. Sin embargo dicho retrato era completamente cierto en la época de los hechos que El Halcón y la Sombra trata de recrear.
Ésta es una novela que juega con la historia y el mito, en una visión completamente historicista ya que se narran las tramas con la veracidad que los egipcios siempre dieron a sus mitos, pero con el toque de perspectiva humana y de curiosidad que llama al lector a no quedarse sólo en las palabras que lee en unas páginas de papel, si no que le invita a preguntarse qué siguió después, cuál fue el resultado de todas las intrigas, las emociones y los sentimientos que El Halcón y la Sombra desgrana en su argumento, a intentar llamar a su conciencia para que aprenda a ver Egipto y su fascinante historia no como una relación de hechos pesados y pasados, sino como la huella que personas como él dejaron para la posteridad de las generaciones futuras. Ese es el secreto profundo y casi herético que El Halcón y la Sombra contiene y que descubriréis en sus páginas.
Reseña de nuestra novela realizada por Raúl Morán Ramos, filólogo hispánico y máster en Edición profesional:
Definir la novela "El Halcón y la Sombra" es una tarea muy difícil y seguro que habrá quien me dirá que hasta temeraria, pues participa de tanta variedad de subgéneros que estoy seguro de que, diga lo que diga, me voy a quedar corto. Lo que sí está claro es que es valiente y humana. Lo primero es porque hay que estar muy locamente enamorado de la mitología egipcia para adaptar uno de sus más conmovedores relatos (dejo al lector la sorpresa) al terreno de la ficción histórica: el autor recrea magistralmente y con pluma fácil los acontecimientos que perfectamente pudieron dar lugar a lo que terminó convirtiéndose en el mito; es quizás en esta parte donde más se nota su formnación: filólogo hispánico y experto en Arqueología.
Por otra parte, como he comentado anteriormente, es una obra humana, ya que consigue que empaticemos por completo con los personajes de la narración: no hay carácter mal construido o desdibujado: todos se presentan coherentes, profundos, congruentes... policromados. Si alguien hace algo mal, quizá el lector no haría lo mismo, pero sí que entenderá por qué se llegó a hacerlo.
Finalmente, tras terminar su ágil y satisfactoria lectura, me quedo con los siguientes posos: me siento más valiente, más culto... y más humano.
Puedes leerla en el siguiente enlace: http://escamasdeluz.blogspot.com.es/2013/10/el-halcon-y-la-sombra.html