Lo que necesito es poder pagar los servicios de un traductor profesional, que tenga además experiencia en la redacción de textos literarios. Los presupuestos que me han pasado escapan por mucho a lo que yo podría pagar (hay que tener en cuenta que, hasta el momento, he estado regalando mis novelas, por lo que mis ingresos como autora dejan bastante que desear).
El dinero recaudado se invertiría íntegramente en pagar esos servicios de traducción.