Para volver a Galicia debemos meter gasoil, revisar por lo menos una de las balsas salvavidas, revisar los extintores y bengalas, pagar la seguridad social de 4 tripulantes y el sueldo de 2, ya que Jacobo y yo no cobramos y meter víveres. Si volvemos antes de agosto no tendriamos que pagar el seguro del barco.
Como veis al final todo se transforma en dinero hasta los sueños.
Tal vez os preguntéis por que no empezamos en 1997 cuando compramos el barco en un desguace la asociación, por que lo hicimos por nuestra cuenta. La respuesta es que teniamos un par de días para decidirlo o sino el barco se desguazaba. No fuimos capaces de arriesgarnos.
También es curioso que cuando nos enteramos que el Hidria Segundo estaba en el desguace, desconocíamos que la maquinaria a vapor todavía estuviese abordo. Ya habiamos intentado recuperar otros 2 cascos de barco para hacer un bergantín goleta, pero la burocracia lo hizo imposible. Y al entrar en el Hidria con la idea de recuperar el casco y ver la máquina de vapor, todo cambió, y decidimos cambiar nuestro proyecto y restaurarlo como buque museo a vapor.
Creo que parte del éxito de conseguir restaurar el barco, fue que aunque aparecían muchos problemas, íbamos con calma y los resolviamos uno a uno, sin ponernos fechas. Y claro está porque Jacobo es carpintero de ribera.
Queremos volver a Galicia y con calma sin ponernos fechas, conseguir lo que falta para culminar el proyecto:
La colaboración de otros muchos amantes de la cultura marítima para disfrutar y mantener este barco y entre todos conseguir ese puerto amable que reciba al vapor Hidria Segundo con los brazos abiertos.
Muchas gracias por escucharnos y uniros al buque museo a vapor Hidria Segundo.