AMERICA SOBRE RUEDAS: Necesita tu ayuda
Por Jose Ramón Martinez y Alvaro Ayala, 29 de Abril
http://yeclasport.com/america-sobre-ruedas-necesita-tu-ayuda/
Javi Gómez recorrió más de 15.000 kilómetros con su bicicleta en Sudamérica. Allí conoció numerosas historias y proyectos de integración social. Una vez en Yecla quiere apoyar dos proyectos para ayudar a personas en exclusión social a través de una campaña de Crowfunding.
El primero de ellos va destinado al programa Sobre Ruedas, un taller de bicicletas de laCoordinadora de Barrios de Alcantarilla en la que se trabaja con menores en riesgo de exclusión social. con su bicicleta en Sudamérica. Allí conoció numerosas historias y proyectos de integración social. Una vez en Yecla quiere apoyar dos proyectos para ayudar a personas en exclusión social a través de una campaña de Crowfunding.
Lo que se recaude irá destinado a sufragar los gastos administrativos para comenzar las obras de mejora del local en el que se desarrolla esta iniciativa, para emprender los trabajos de adecuación y rehabilitación de este espacio para poder albergar este taller en las mejores condiciones.
La otra iniciativa que pretende impulsar con esta campaña es el taller de carpintería, impulsado por Luz de Esperanza en El Alto, Bolivia. Una iniciativa en la que se trabaja con jóvenes que pueden sufrir problemas con el alcohol, la drogodependencia y la delincuencia. Los fondos irán destinados a mejorar la techumbre y los elementos de aislamiento del inmueble donde trabajan.
La contribución se puede realizar a través de la página web lanzanos.com en el proyecto América Sobre Ruedas. Javi Gómez busca recaudar un total de 3500 euros para las dos iniciativas en conjunto y poder ayudar así a los jóvenes en riesgo de exclusión social.
El objetivo del pedagogo yeclano es continuar trabajando con las personas que más lo necesitan y suministrarles apoyo económico para que puedan tener una vida digna y ofrecerles oportunidades en el mercado laboral para estar plenamente integrados en la sociedad.
DIARIOS DE BICICLETA
AUTOR: José Antonio Enrique Jiménez
Yo tengo un amigo que estudió pedagogía y trabajó un tiempo en una
asociación con niños y jóvenes precarios. Pero respiraba tanto la vida que le
llegaron aromas de araucaria y
guayabo, y en sus labios sintió un
beso de sal escapado de un
tálamo de océanos, lujuria
magallánica, alcoba donde se
consuma el himeneo Atlántico
Pacífico. Se apoderó de él la nostalgia austral y
cerrando los ojos, durmió el sueño del deseo. Se soñó centauro de bicicleta
cerrando pedalada a pedalada, la cremallera de su melancolía andina. Un
viento frío alejó la neblina de Morfeo, ¡y se abrieron sus iris a un cielo nocturno
imperado por la Cruz del Sur y encapotado de destellos de la Nube de
Magallanes! Hollaban sus pies tierras fueguinas, libre, sin más cadenas que la
de su bicicleta, con las hojas en blanco de un ansioso diario, con las megas de
tarjetas de memoria esperando llenarse de luz latinoamericana, de luz hermana.
Y se dio la salida en Ushuaia, la urbe más austral. Haciendo una ablución
con las aguas del canal de Beagle, inició la ascética contemplativa en el
silencio cadencioso de los pedales; aquella que al final del viaje, le ungiría
chamán de sí mismo, impregnado de tantas extintas formas nativas de convivir
con la cordillera, con la pampa y las selvas. El viento, a favor o encarnizado
enemigo, le soliviantaba y hacía más fuerte su empeño pampero de llegar a Rio
Grande y al Porvenir, donde diría adiós a la Tierra del fuego surcando el Canal
de Magallanes. Una voz de Víctor Jara, celosamente guardada por un vendaval
chileno que se la arrebató al verdugo, le empujaba con su arenga:
“Ven ven conmigo ven,
ven ven conmigo ven,
llegó la hora del viento,
reventando los silencios, ven.
El odio quedó atrás,
no vuelvas nunca,
sigue hacia el mar
tu canto es río, sol y viento,
pájaro que anuncia la paz.
Ven conmigo ven”.
De noche, cuando en la tienda descansaba con el ulular en sus entresijos,
eran otras las voces ininteligibles del aire. Alientos interfectos de originales
nativos selknam, víctimas de su resistencia a ser civilizados. Si abría los ojos,
veía a su compañero de viaje, a los habitantes del camino, los mensajes desde
lejos. Pero si cerraba los párpados, sentía al ona acechando con su arco al
guanaco, fantasmas de una pampa ancestral. Y desde entonces le visitaron
cada noche, desde la reserva atmosférica austral, ventosos lamentos de
tehuelches, de mapuches y aymaras; espíritus amerindios que vagan
inconclusos entre los intersticios de la realidad. Y su sensible corazón, ya en
Punta Arenas, suelo continental, comenzó el vertiginoso ascenso norteño que
vivía con lascivo deseo y un silencioso respeto imbuido de la vergüenza de su
raza, pero agradecido por la sinergia con esa tierra sagrada, conquistador
conquistado.
Subía y ascendía latitudes como un encarnado meridiano que buscara
cruzarse con el Ecuador. Montado sobre su brújula, hacía perpendiculares con
los paralelos de la América meridional, cuando sonaron campanas de bronce
gaseoso desde las graníticas catedrales de las Torres del Paine.
Llevado por el prístino fervor de
las alturas, sintió la necesidad de
llenar sus ojos de mística
gallardía, pues su viaje solo lo era
hacia sí mismo y movían los
pedales sus sentimientos.
Hilaban paisajes sus ruecas silenciosas, y en madejas de lagos
secretos y azules antiguos de hielo patagónico, recogía lanas de vicuñas y
llamas para hacerse un poncho de memorias. El aliento de Chile le hablaba por
la boca de volcánicas fumarolas que expulsaban salivazos de azufre áureo.
Contempló, modelada en la espina dorsal andina, la poesía mineral de Pablo
Neruda, escrita con tinta de greda, arcilla original. Y otra vez, en la
contemplación de la longeva geografía de Arauco, un céfiro poeta, perfumado
con la caricia de flores de ulmo, le llegó desde Isla Negra:
“Muchacha, has conservado tu corazón de pobre,
tus pies de pobre acostumbrados a las piedras,
tu boca que no siempre tuvo pan o delicia.
Eres del pobre Sur, de donde viene mi alma:
en su cielo tu madre sigue lavando ropa
con mi padre. Por eso te escogí, compañera”
Postró su pequeñez ante la escultura geológica de un telúrico Miguel Ángel;
soledades de Atacama, cegadora blancura del Salar de Uyuni, nevados Ishinca
y Huascarán, Urus y Tungurahua, Pasochoa, Chimborazo y Cotopaxi, y celoso
lago Titicaca que, queriendo reflejar como nadie el azul del cielo (“Azul” de
Rubén Darío), pidió a los dioses tectónicos lo elevaran cerca del éter. Mas,
cuando en Perú llegó al cañón del Colca, pudo ver como los Andes se
separaban como dos arrebatadoras piernas de mujer, dejando ver la lasciva
entrepierna en cuyo fondo discurría el fluido vaginal de los nevados. ¡Sí!,
porque las encrespadas sierras eran paridoras de arterias amnióticas, en cuyo
caldo crecían las historias humanas y la glauca alfombra amazónica que se
desparramaba hacia el este. Cada cañón, cada valle, alumbraba desde sus
orogénicas vulvas anacondas de linfa donde reinaba el arapaima y la piraña. Y
recorrió las profundas hendiduras, centauro de bicicleta, quijotesco meridiano
andante, arrobado por la cegadora voluptuosidad, embelesado por una pulsión
fruto de la seductora magnificencia de su Dulcinea paisajística. Tocó las aguas
del Apurímac, Amazonas neonato, y sintió un lejano pulso de Atlántico mientras
en sus oídos sonaban caracolas del Pacífico. Riberas de cafetales, de cacao y
té, recorrió con su bici dormida en un bote sobre el Urubamba. ¡Y él bogó y
bogó!, hasta encontrarse con el Tambo, surgiendo entonces el Ucayali como un
coctel andino que buscara al Marañón, fluvial aleación de donde surgirá el
acero esmeralda del Amazonas. Y escrita en una hoja de lupuna que flotaba,
encontró unos versos de Cesar Vallejo que decían:
“Sé que hay una persona
Que me busca en su mano, día y noche,
Encontrándome, a cada minuto, en su calzado”
Sí, personas que conoció durante el camino, amigos que le buscaban
desde lejos allende el mar. Por eso volvamos atrás, porque dije que mi amigo
estudió para la cercanía con el ser humano. Su viaje por el biotopo de los
Andes, lo era también a la biodiversidad de gentes pasadas y presentes.
Llevaba en el aire de sus ruedas, alientos de muchas fraternidades y se paró a
escuchar los ecos pasados en las ruinas de Chavín de Huantar, de
Sacsaywamán, de Chincana y del cóndor Machu Picchu. Peregrino de amores,
entregó el descanso de unos días entre niños del “Alto” boliviano, “Luz de
esperanza”, hogar para quien solo conoce la calle.
¡Y llegó el día de regresar!, cuando el gastado dibujo de sus ruedas cruzó
la meta del Ecuador. ¡Una algarabía vegetal de vítores selváticos enalteció la
grandeza de su hazaña! Se acumulaban en sus alforjas de ciclista, el blanco de
los nevados y el salar, el azul puro de los lagos y el cielo austral, los ocres de
los desiertos y el verde de las araucarias ¿Dónde meter entonces, el
desparramado arcoíris del reino ecuatorial de las orquídeas, del hibiscus, de las
bromelias?
Quiso compartir su viaje mi amigo, y desde un balcón tecnológico tendió la
red donde colgaba cada luz, cada vuelta de pedal. Y nosotros, acólitos
seguidores de su engrandecimiento, gozábamos por sus ojos. Preguntado por
el motivo real de su viaje, respondió:
“Tenía que alimentar el alma.
¿Acaso no la alimenta el que se queda? – le volvió a cuestionar su
interlocutor.
Yo no viajo para coleccionar postales, para tener algo interesante de lo
que hablar o ser admirado. Si me fui, fue para ponerme a prueba, las
maravillas del viaje son circunstancias de mi reto, y bellezas que solo
capta el alma. El que se queda, también vive poniendo en constante
intemperie su alma. Yo vivía intensamente desde allí, los ecos de la
realidad que sucedía aquí; al igual que desde aquí, la gente se
entusiasmaba con mi devenir. Todo es una red, una sinergia de almas.
Y recordé el final de aquella canción de Joan Manuel Serrat, “Juan y José”,
que decía:
“Con las alas de tus cartas, José,
atravesé todos los cielos de América
contigo,
¡amigo!”
Él se fue hispano, pero cuando se empapó del solar sudamericano, regresó indiano y tremendamente humano.
[1]Referencias de citas:
1. Canción “Vamos por ancho camino”, de Víctor Jara.
2. Poema XXIX de “100 sonetos de amor”, Pablo Neruda.
3. “Poema para ser leído y cantado”, de Cesar Vallejo.
4. Canción “Juan y José”, de Joan Manuel Serrat.
InICIATIVA CROWDFUNDING//INITIATIVE CROWDFUNDING
OBJETIVO: superar el 30? de recaudación está semana
CAPÍTULO 3: Las miradas son el reflejo del ALMA.
En el objetivo de una cámara de fotos me veo reflejado. Al otro lado, una amiga que siempre ha estado ahí, se afana en buscar las mejores escenas. Luz, ruidos, enfoque, contraste y escenrio. Asi es como se comenzó a grabar el vídeo para promocionar esta campaña. Campaña que más alla de conseguir el apoyo económico, pretende ser una via para dar VOZ a los SIN VOZ. A los nadie, como Eduardo Galeano bien escribía en sus poemas. Desde Francia un cicloturista tan loco como yo, con el que viaje mucho tiempo, me enviaba videos. Otra amiga confeccionaba un logotipo como si de una delica prenda de seda se tratase. Con todo ese material desplegado en la mesa, mi gran amiga empezo a tejer videos. Pero faltaba algo. LA MUSICA. Música que emocionara como emociona la vida, los recuerdos. Y surgio en ese momento un recuerdo que tenia grabado. Allá en la Argenina, entre casas de barro y paja, amenizabamos las veladas con instrumentos y cantares. Otra amiga, viajera de lo auténtico nos embelesaba con su voz y su guitarra. Que mejor canción que la suya para bordar un video lindo y emotivo. Ella desde Valencia se puso a grabar en un estudio su canción con un amigo. Y con todo este apoyo salió adelante este video. Gracias a Esther López (edición), Lorena Gil (logotipo), Jonathan Ranise (videos), Rocio Merlos López (voz, guitarra y compositora) y Carlos Dominguez (guitarra y técnico sonido).
Vídeo:
https://youtu.be/olQZgjHj2Co
http://www.lanzanos.com/proyectos/america-sobre-ruedas
Donaciones en la web o en el número de cuenta:
0081 1157 98 0006077615 (Banco Sabadell) titular, F° Javier Gómez Soriano.
Correo electrónico: chesco127@hotmail.com
INICIATIVA CROWDFUNDING//INITIATIVE CROWDFUNDINGhttp://www.lanzanos.com/proyectos/america-sobre-ruedas
CAPÍTULO 2: Un granito de arena por los chicos de vivencia de calle. Llegaron las recompensas de Bolivia!!
Intensos colores bañan mis ojos. Colores de esperanza. Vida. Retales de tela boliviana cosidos con ilusión por los chicos del Proyecto Luz de Esperanza, en su taller de costura. Hilos, tijeras, el ruido de la máquina de coser, las miradas ensimismadas de los chicos por unir piezas únicas. Artesanía hecha con el corazón. El taller de costura sirve al proyecto para auto gestionarse y poder financiar parte del proyecto (comida, estudios, gastos del hogar...). Es uno de los talleres que necesita de la reparación de sus techos.
Estos serán algunos de las recompensas por apoyar la campaña crowdfunding: bolsas de aseo, bandoleras de diferente tamaño, bolsas de tela para la compra... Para poder conseguir una de estas piezas hay que entrar en la web que aparece abajo y aportar con 30 o 50 euros. Son piezas limitadas, por lo que te pido que seas rápido y apoyes cuanto antes para no quedarte con una de ellas. Os mando unas fotos de las artesanías que he recibido y del taller de costura el pasado agosto cuando compartí un tiempo con ellos.
Un saludo
CHAPTER 2: A bit for the boys living on the street. Bolivia came rewards !!
Vivid colors bathe my eyes. Colors of hope. Lifetime. Bolivian fabric scraps sewn forward by the boys of Light Project Hope in her sewing shop. Threads, scissors, noise of the sewing machine, the self-absorbed stares of the guys to unite unique pieces. Crafts made with the heart. The sewing workshop project serves the self managed and to finance part of the project (food, education, household expenses ...). It is one of the workshops that need to repair their roofs.
These are some of the rewards for supporting the crowdfunding campaign toiletry bags, shoulder bags of different sizes, cloth bags for shopping ... To get one of these pieces have to enter the site below and provide 30 or 50 euros. They are limited pieces, so I ask you to be fast and lean as soon as possible to not stay with one of them. I send some pictures of the craft that I have received and sewing workshop last August when I shared some time with them.
a greeting
CASTELLANO
INICIATIVA CROWDFUNDING
Capítulo 1: Soñando y jugando
Entre despertares y atardeceres, la vida me condujo por el 2009 a una asociación: la Coordinadora de Barrios de Alcantarilla. Entidad que se formó en el año 1986 por iniciativa de vecinos de un barrio para mejorarlo y hacer de él un espacio de encuentro, diálogo, apoyo, participación y juego, mucho juego. Porque el juego y la vida en la calle y en los barrios es el mejor aprendizaje para soñar y vivir.
Entre juegos en la calle, en la ludoteca y en las plazas, me sorprendió que los niños y las niñas jugaban mezclados sin importar el género, la religión o el color. Un aprendizaje que me enseño la pureza de la vida. No lo dudo, las niñas y niños son nuestros grandes maestros.
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INITIATIVE CROWDFUNDING
Chapter 1: Dreaming and playing
Among awakenings and sunsets , life led me to an association 2009 : Coordinadora de Barrios de Alcantarilla . Entity that was formed in 1986 on the initiative of resident of a neighborhood to improve it and make it a meeting , dialogue, support, participation and play, long game. Because the game and life on the streets and in the neighborhoods is the best learning to dream and live.
Between games in the street, in the playroom and in the streets , I was surprised that children played blended regardless of gender , religion or color. Learning that taught me the purity of life. I do not doubt , the children are our greatest teachers .